Muchas de las aulas habilitadas en los colegios oficiales permanecen casi que desocupadas y otras a medio ocupar, pese a que desde el 27 de julio, la Alcaldía de Bucaramanga autorizó el retorno a clase previendo que las condiciones estaban dadas para tal fin.
Al parecer, son muchos padres los que siguen con dudas e inquietudes sobre este regreso al colegio, tras 17 meses de pandemia. Unos dicen que la infraestructura no es acorde y otros prefieren esperar hasta que sus hijos completen el esquema de vacunación, también están los que temen un brote y los que aseguran que los colegios son focos de propagación del virus y que no hay una ruta clara cuando se presente algún caso.
Sobre este último tema, precisamente, la Alcaldía de Bucaramanga, a través de las secretarías de Educación y de Salud y Ambiente indicaron que ya hay una ruta establecida para el reporte de casos de COVID-19.
De hecho ya se han presentado algunos casos. Uno de los más recientes fue el de una docente en la sede C de la Institución Educativa Inem.
Según lo comunicado, “el caso fue detectado de manera temprana y efectiva gracias a la implementación estricta de los protocolos de bioseguridad para el manejo y control del riesgo del Coronavirus que implementó la institución educativa en consonancia con los postulados de la Resolución 777 del 2 de junio de 2021, emitida por el Ministerio de Salud y Protección Social”.
En ese orden de ideas, se activaron las acciones pertinentes para el manejo de situaciones de contagio, así como la implementación asertiva del plan de comunicaciones que permitió conocer prontamente la situación de contagio y desplegar las acciones pertinentes con miras a su contención.
De acuerdo con el titular de la cartera de Salud y Ambiente, Juan José Rey, a los rectores o directores de colegios y universidades ya se les presentaron las consideraciones que deben tener en cuenta cuando se presente un posible caso de contagio por SARS-CoV-2.
“La Secretaría de Salud ofrece un acompañamiento permanente a la secretaría de Educación ante cualquier sospecha o caso confirmado, para que sepamos qué hacer”, expresó Rey.
Según el funcionario recae en el rector una gran responsabilidad en el manejo y conocimiento del protocolo que es la clave.
La ruta que se sigue
Q´hubo pudo establecer que cuando hay inicio de síntomas, sospecha o caso confirmado en colegios y universidades de la capital santandereana se debe hacer el respectivo reporte en las instituciones, de manera que se efectúe el cerco epidemiológico y se determinen contactos estrechos para avanzar con aislamientos preventivos. Los rectores y directores deben reportar a la Secretaría de Salud y Ambiente.
Si la prueba de la persona sale negativa y hay síntomas se debe continuar trabajo en casa por unos días y si persisten se debe reconsiderar nueva prueba.
Si el contacto estrecho o la persona no tiene síntomas se recomienda hacer prueba al séptimo día, si sale positiva se sugiere aislamiento por 10 días más.
Cuando hay dos casos o más del mismo salón, se podría aislar a todos los estudiantes de ese grupo.
Édgar Martínez Rosado, terapeuta ocupacional de la Secretaría de Salud del Municipio, explicó que es importante que se realicen grupos fijos de niños, guardando la distancia y que no se mezclen.
Por otro lado, subrayó que es necesario establecer casos de la COVID-19 en las instituciones para conocer casos sospechosos o identificar a personas con exposición por haber estado en un lugar con transmisión comunitaria endémica o de brote, y que tengan manifestaciones clínicas.
Esas manifestaciones clínicas, subrayó Martínez Rosado, podrían ser fiebre, tos, sensación de fatiga, dificultad respiratoria, dolor de garganta, pérdida del olfato, diarrea, vómito, nauseas, dolor estomacal y conjuntivitis aguda.