Los transportadores y autoridades del área metropolitana continúan cerrando las mesas de diálogo sin un acuerdo en lo referente a medidas restrictivas para los motociclistas, como estrategia para combatir el transporte informal en los cuatro municipios donde se alcanzan a contabilizar al menos 149 ‘terminalitos’.
En el más reciente encuentro, el alcalde de Floridablanca, Miguel Moreno, reafirmó su oposición de restringir el parrillero, tal y como lo hicieron su homólogos de Piedecuesta, Bucaramanga y Girón. Presumen que podría ser una determinación lesiva para las familias.
“Se nos está haciendo una convocatoria a tomar una decisión que no solo va en el propósito de combatir el transporte informal, sino de combatir la economía familiar. Se convoca a la ciudadanía a que deje de utilizar uno de sus medios de transporte predilectos hoy, por la situación económica que vivimos”, manifestó.
Carmelo Guerrero, quien en representación de la Asociación de Taxistas del Área Metropolitana de Bucaramanga, instauró una acción popular para exigir acciones contra el transporte informal, se mostró bastante inconforme con la posición de los alcaldes y los tildó de ‘negligentes’ por no mostrar compromiso para buscar soluciones de fondo a la informalidad.
“El Juez no está ordenando quitar el parrillero, lo que les ordenó era que en esa reunión se mirara una propuesta de restricción. En Bucaramanga, un 20% del parque automotor, que equivale a 150 mil vehículos entre motos y carros, está prestando el servicio no autorizado”, aseveró Guerrero.