El total abandono de este lugar, que ocurrió el pasado 18 de marzo de 2020 desde que empezó la emergencia sanitaria por el COVID-19 , ha despertado la incertidumbre de lo que pasará con este gran parque.
Acualago es el parque acuático más grande el oriente colombiano, que desde el 2014 se convirtió en importante espacio de recreación en el área metropolitana de Bucaramanga.
Pero desde el año 2017 el parque comenzó su proceso de liquidación. Ya son más de tres años desde que se desconoce quién responde por este lugar, al que se le invirtieron cerca de $30 mil millones y donde intervinieron empresas públicas y privadas que lo han administrado.
Desde el 2020, este medio se ha intentado comunicar con diferentes entidades que puedan darle una explicación al futuro de Acualago, sin embargo, no ha sido posible obtener una respuesta que aclare tal duda.
En este momento no hay una voz oficial que confirme el estado financiero de este lugar, tampoco que diga qué pasó con los trabajadores que tras la pandemia suspendieron labores con salarios atrasados, ni que anuncie una fecha de reapertura.
Incluso el mismo vigilante del parque confirmó este lunes que este año no se reabrirá el lugar, no hay claridad de quién está al mando ni quién financia la empresa de seguridad que aún opera allí.
Desde el cierre de sus puertas, los vecinos se mantienen inconformes ante el descuido. Hasta hace dos meses se siguieron recolectando firmas para enviar cartas y quejas a las autoridades del municipio por el incesable problema de zancudos, malos olores e inseguridad que abunda en el sector.
Jamir Saaverda, presidente de la Junta de Acción Comunal de Lagos I, sostuvo que a pesar de que han denunciado ante la Alcaldía de Floridablanca e incluso en diferentes medios regionales y nacionales, no se ha dado ninguna solución.
Los vecinos coincidieron en no ver resultados de las supuestas intervenciones que harían para mitigar la crisis sanitaria. “Nos dijeron que iban a venir a hacer aseo, a limpiar y a revisar los problemas que denunciamos pero no vemos que vengan a eso”, agregó García.
Saavedra afirmó que las autoridades competentes dicen que no se ha podido atender el problema por las limitaciones que hay actualmente por la pandemia del COVID-19, una respuesta que han dado desde el año pasado.
“Ahora esto se está convirtiendo en un basurero. Como no están recogiendo las basuras, a la gente se le hace fácil venir y soltar sus desperdicios aquí al frente” manifestó Liseth García, comerciante de Lagos I, quien agrega que además hay alta concurrencia de recicladores que dejan más basura frente al parque.
Édgar Luis Otero, habitante de Lagos III, también afirmó que en su barrio han pasado quejas a la junta de acción comunal pues les incomoda el panorama pero conocen si ello ha trascendido.
“Me parece que es una falta de conciencia y de pertenencia por dejar este parque así. La gente bota los animales muertos porque justo ahora huele a animal en descomposición, y eso se puede convertir en un foco de infecciones”, dice José Luis Moreno, habitante de Lagos II, quien transita seguido por la zona.
En mayo de 2020 la Secretaría de Salud municipal visitó el sitio para hacer control biológico con el uso de peces guppies que devoran larvas, y luego, en julio de ese mismo año, confirmaron que las piscinas del centro acuático no son criaderos de vectores, a pesar de que aquella vez encontraron vectores en depósitos artificiales como son los cuartos de máquinas, canecas y residuos.
