En 2024 Daniel Eduardo cumplió uno de sus principales anhelos de vida: culminar sus estudios de bachillerato y lograr un cupo para poder matricularse en un programa de pregrado en la universidad. Pese a que pudo materializar este sueño, ahora enfrenta problemas debido a la falta de transporte para llegar hasta la ‘u’.
Lo que parece fácil para la mayoría de la población es todo un reto en el diario vivir de Danial, quien desde la niñez fue diagnosticado con atrofia muscular espinal tipo 2, una compleja enfermedad huérfana que le impide mover sus extremidades y la mayoría de sus músculos.
Pero su cerebro y las esperanzas por un mejor futuro están intactos. La inteligencia que demuestra este joven y sus ganas por salir adelante lo llevaron a obtener un cupo para estudiar en la Universidad Industrial de Santander, UIS. Se inclinó por el área de las ciencias sociales y por ello decidió estudiar trabajo social.
Debido a su enfermedad, la mayor parte del tiempo Daniel debe permanecer en una silla de ruedas especialmente acondicionada. A bordo de ella realiza todas sus labores diarias, incluso tareas de rutina como la alimentación.
Hablamos de una ‘herramienta’ imprescindible en el día a día de este joven. Esta silla es un soporte primordial en su movilidad. Lamentablemente, él también padece la crisis de transporte público que afecta a miles de ciudadanos en el área metropolitana de Bucaramanga.
Como Metrolínea ya no dispone de buses con elevador para personas en sillas de ruedas, literalmente Daniel se quedó sin opciones para poder movilizarse entre su casa, ubicada en el barrio La Cantera de Piedecuesta, y la sede principal de la UIS, en Bucaramanga.
“La discapacidad de mi hijo es física, cognitivamente está en perfecto estado. Él realizó todos sus estudios en el Colegio Humberto Gómez Nigrinis, le fue excelente y logró un gran puntaje en el Icfes. Fue admitido en la UIS y está listo para iniciar clases, pero no contamos con los recursos para contratar el transporte especial que él necesita”,indicó Ana Lucía Serrano Olarte, madre de este joven de 17 años.
Esta familia piedecuestana lanzó un llamado a los santandereanos en busca de ayuda, para poder garantizar el transporte que requiere Daniel cada semestre para poder llegar a sus clases en la UIS.
“Ya hemos enviado solicitudes a las autoridades, pero nos dicen que el transporte se subsidia solo hasta el colegio. Por favor solicitamos ayuda. No quiero que se vulnere el derecho que tiene mi hijo de convertirse en un profesional y salir adelante, solamente por la falta de un medio de transporte”, agregó la mujer.
Si usted puede contribuir o apoyar de alguna manera a esta familia, puede comunicarse con Ana Lucía a través del número de celular 320 325 2322.
