Mas de seis meses completa el casco urbano de Cabrera sin acueducto, luego de que a finales de junio de 2024 una creciente en la quebrada La Vitoca se llevara parte de la infraestructura que garantizaba el servicio de agua a la población.
El inicio del 2025 y la llegada del verano aumentan la urgencia por poner de nuevo en funcionamiento el sistema de abastecimiento de agua, entendiendo que gracia a ese acueducto los cabreranos habían dejado de sufrir un poco en los últimos años por la escasez de agua en cada periodo de sequía.
Para adelantar el nuevo proyecto se necesita la construcción de 5,2 kilómetros de vía, una nueva bocatoma, un desarenador y toda la infraestructura para llevar el agua hasta el casco urbano.
Carlos Bautista, primera autoridad del municipio, dijo que esa infraestructura y la anhelada pavimentación de la vía San Gil – Cabrera son los proyectos más urgentes por desarrollar.
El del agua necesita una inversión aproximada de $3.800 millones, recursos que están siendo tramitados ante el gobierno departamental y entidades de la Nación.
Sin embargo, nada de eso es posible si no se soluciona el tema de las servidumbres. De acuerdo con el nuevo trazado, el municipio necesita la autorización de cinco propietarios privados para el paso de la tubería.
Bautista expresó que se vienen adelantando reuniones sobre el tema y es crucial obtener los permisos, para continuar con los estudios y diseños y posteriormente con la inversión.
“El trazado lo tuvimos que cambiar porque anteriormente se usaba la zona forestal y quedaríamos expuestos a que nuevamente los derrumbes y desbordamientos dañen la infraestructura”, afirmó el mandatario.
Además de la inversión en el acueducto municipal, Bautista afirmó que el año pasado también por un derrumbe en la misma temporada se dañó parte del acueducto rural que abastece a la vereda Bòcore y desde la administración municipal se busca apoyar a la organización que administra el sistema y así solucionar los problemas de abastecimiento existentes.Si la intensidad del verano aumenta la población enfrentará serios problemas para el suministro de agua. | Foto: Archivo
Cuidando el agua
Además de hacer cuentas sobre la inversión requerida, en Cabrera contabilizan para cuanto tiempo les alcanza el agua que tienen.
El acueducto municipal desde la fuente de la quebrada abastecía cerca del 90 % del sistema. Hoy, el liquido a los hogares llegan desde la represa La Esperanza en el sector rural y algunos nacimientos hídricos de la parte alta.
Bautista expresó que ya se inició un racionamiento nocturno y se busca que el agua de la represa pueda durar por lo menos dos meses más. Todo dependerá del buen uso que le den los ciudadanos al líquido y del nivel y la frecuencia de las precipitaciones.
El mandatario afirmó que si no llueve la situación se puede volver complicada y la `próxima semana se reunirá con la Unidad de Gestión de Riesgos de Santander para solicitar el apoyo con un carro tanque.