La Variante de San Gil y la construcción de los terceros carriles en la vía nacional que va entre Zipaquirá y Bucaramanga aparecen en punta como los proyectos que podrían recibir las primeras inversiones del convenio Vías de los Comuneros, firmado ayer por autoridades nacionales y departamentales en Curití.
El acuerdo pactado por las gobernaciones de Santander, Norte de Santander, Boyacá y Cundinamarca con el Invías y el Ministerio de Transporte, permitirá comprometer el recaudo proyectado de $2,4 billones durante los próximos 20 años en los seis peajes de la troncal nacional que va de Zipaquirá hasta San Alberto.
De la cifra presentada, $1,36 billones se destinarán a obras, mientras que los gastos operativos contemplados ascenderían a $1,09 billones.
Inicialmente los otros proyectos que serán evaluados por un comité técnico son la realización de la variante de El Socorro y la construcción de los intercambiadores de El Buey y Malpaso, en el área metropolitana de Bucaramanga.
Sin embargo, María Constanza García Alicastro, ministra de Transporte, destacó que son numerosos los que pueden ser evaluados e incluidos dentro de este proceso, por lo que no se descarta que de los recursos salgan más inversiones para la Troncal del Carare.
El compromiso de las entidades firmantes es que en seis meses esté definido cuáles son los proyectos con los que se iniciarán y las licitaciones correspondientes.
En este sentido, el gobernador de Santander, Juvenal Díaz Mateus, destacó que tanto la construcción de los 38 kilómetros de los terceros carriles o zonas de adelantamiento y la variante sangileña están en fase 3, por lo que tendrían más opciones de ser prioridad.
Impacto de las obras en Santander
Por su parte, Carlos Amaya, gobernador de Boyacá, habló de la urgencia de manifestarse como región y cómo el convenio es una muestra de esa necesidad. “Con los recursos, el primer objetivo debe ser terminar la Variante de San Gil, que es un proyecto muy importante para todos”.
Uno de los acuerdos a los que también llegaron por petición de la Ministra de Transporte es la destinación de un porcentaje de los recursos – que se definirá también los próximos meses – para el arreglo de las vías terciarias.
Cómo está la variante sangileña
Hay que recordar que una de las principales obras que se contempla es la terminación de la Variante a San Gil, por un valor cercano a los $200.000 millones. Ese dinero serviría para ejecutar el tramo de 5,1 kilómetros que da paso entre San Gil y Curití.