Las calles 10 y 11 con carrera quinta de Piedecuesta son solo vehiculares en el papel porque lo cierto es que nadie puede pasar ya que se volvió el ‘pasaje del mercado’ a la intemperie.
El problema del tránsito vehicular y peatonal por la zona es un asunto de años e incluso los agentes de tránsito de Piedecuesta sólo pueden ver desde lejos como se tomaron las calles del municipio.
Desde la oficina de espacio público este tema se ha tocado en más de dos ocasiones. Q’hubo tuvo conocimiento que se le ofrecieron a algunos comerciantes la posibilidad de mudarse hacia algunos de los tres centros de acopio ‘garroteros’, los cuales son: La plaza central de mercado, la plaza del barrio cabecera del Llano y la plaza Coliseo.
Ninguno de estos tres lugares convence a los comerciantes debido a que “el pueblo no va hasta allá, no colabora y nosotros si quedamos embalados con nuestros productos” manifestó un comerciante, cuya identidad prefiere no revelar.
Lo cierto es que desde la Alcaldía de Piedecuesta no hay operativo alguno que pueda recuperar estas calles por las que transitan motos, peatones, puestos de papa, fruta y uno que otro furgón que se atreve a transitar.
Incluso, el semáforo ubicado en la esquina de la calle 10, ya fue apagado y hasta desconectado como señal de resignación al problema de invasión de espacio público.
Sin embargo, se conoció que el gobierno local y los concejales siguen en la búsqueda de alternativas que no vulneren el derecho al trabajo y ayuden a la movilidad del municipio. Mientras pasa el tiempo, es innegable que en la zona se han presentado hechos de violencia entre comerciantes o clientes, por lo que la regulación parece ser el destino más probable en los próximos meses.
Ya que, aás de los centros de acopio ya mencionados, no hay un lote cuya capacidad sea tan grande como los más de 100 puestos que se ubican a lo largo de las calles por donde no pasa ‘ni un alfiler’.