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En Bucaramanga, siguen ‘endureciendo’ las áreas verdes

Las zonas verdes no solo embellecen la ciudad, sino que también son vitales para mitigar los efectos del cambio climático y mejorar la calidad del aire.

Crece la preocupación ciudadana por la constante desaparición de zonas verdes en Bucaramanga: “Las plantas son desterradas para darle paso al gris del cemento”, dijo José David Ávila Zárate, representante de la Asociación Ambientalista Madre Tierra.

Según él, “en Cabecera, al igual que en otros barrios, los espacios que anteriormente se destinaban a jardines están convertidos en terrenos de concreto”.

Él, quien lidera el referido grupo ambiental, hizo un singular planteamiento para que se detenga esta problemática.

Como activista resaltó que las zonas verdes no solo embellecen la ciudad, sino que también son vitales para mitigar los efectos del cambio climático y mejorar la calidad del aire: “La creciente urbanización está poniendo en riesgo el equilibrio ecológico de la ciudad”, denunció.

Y como los andenes ahora son parqueaderos improvisados, solicitó la implementación de soluciones sostenibles, como el uso de estacionamientos subterráneos o la promoción de transporte público eficiente que reduzca la dependencia del automóvil.

Dijo que es necesario equilibrar el desarrollo urbano con la preservación del medio ambiente: “Este es un llamado a proteger los jardines que aún quedan y a recuperar aquellos que se han perdido. Insisto en que, en lugar de expandir áreas de concreto, se deben fomentar proyectos que promuevan la vida saludable y la armonía con el entorno natural, protegiendo el legado ecológico de la ciudad para las futuras generaciones”, precisó.

“Mi idea de ‘despavimentar’ es simple: reemplazar la mayor cantidad de concreto, asfalto u otras formas de construcción urbana con plantas y tierra”, añadió.

“Hacer esto permitiría, por ejemplo, que el agua que cae en las ciudades pueda ser absorbida por la tierra”, anotó.

“También hace que las plantas silvestres puedan crecer en el espacio urbano y, al sembrar más árboles, se puede producir más sombra, lo que a su vez protege a los bumangueses de la radiación solar y las olas de calor”, recalcó.

“Lo anterior sin contar con que expandir el área verde en una ciudad como Bucaramanga puede ayudar no solo a la estética, sino también a la salud mental de las personas”, puntualizó.

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