Para iniciar el mes ‘con pie derecho’, en el sector de Lagos II se vivió un primero y segundo de julio en el que no se podía lavar la ropa, cocinar o hasta bañarse. El problema que afecta a las casi dos mil familias que viven en el sector pudo solucionarse hace tiempo con un cambio de la red de alcantarillado.
La red actual está en uso desde la fundación del barrio, hace más de 50 años, y desde entonces no se ha realizado un cambio de red en condiciones. Los fondos no son el problema, según lo reveló Carlos Velazco, fiscal de la Junta de Acción Comunal del barrio Lagos II, quien le informó a Q’hubo lo siguiente: “Hace cuatro años el la entonces directora del Acueducto Metropolitano de Bucaramanga nos informó mediante una carta que ya se tenían los fondos para realizar el cambio tubos, válvulas y demás elementos”.
Además Velasco reveló que en la carrera 6 entre calle 39 y 40 se ha reventado el tubo en más de seis ocasiones sólo en lo que va corrido del año.
Presión desmedida
Los habitantes del sector relatan que esta situación se volvió frecuente cuando se construyó el muro de contención sobre la ladera del río Frío para proteger de inundaciones a los barrios Santa Coloma y Villa Piedra del Sol hace dos años.
En el desarrollo de dicho proyecto se eliminó la acometida original del acueducto que llevaba el agua a Lagos Dos, y el tubo matriz tuvo que ser conectado a otra red la cual lleva mucha mayor presión. Los vecinos afirman que el agua viaja con tal presión porque la transportan hasta Girón
No obstante, el Acueducto Metropolitano si instaló válvulas de regulación de presión en la parte alta del asentamiento humano El Páramo, pero allí se robaron parte de los componentes los cuales eran de cobre. Lo cual lleva al problemas de presión que sufre Lagos II y ya ha acabado con más de un tubo.
El Amb está al tanto de la situación e informó que se continuarán con los estudios técnicos e intervenciones de la longeva red. Eso sí, la comunidad espera que haya una oportuna comunicación cuando el servicio se ve interrumpido, porque en los últimos meses se dan cuenta que el agua viene y se va al abrir la llave.