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Drama de afectados por lluvias en Piedecuesta: “El agua nos derribó los sueños”

Después del intenso aguacero de este sábado pasado, surgieron testimonios de habitantes del área metropolitana de Bucaramanga cuyas viviendas, negocios e incluso su movilidad se vieron afectados por el agua.

Por cerca de ocho horas continuas llovió a ‘cántaros’ sobre el área metropolitana de Bucaramanga, durante la madrugada y mañana del sábado 4 de mayo.

Fue tal la magnitud de la lluvia que debilitó taludes, estructuras de viviendas e inundó varias vías principales y rurales.

Róbinson Rodríguez es un ornamentador residente en Piedecuesta a quien la lluvia lo dejó sin su única fuente de sustento.

“Tenía un taller de soldadura en la carrera 6 con calle 16 del barrio Hoyo Grande. El aguacero fue terrible y la casa donde tenía mi negocio se derrumbó”, indicó el damnificado.

Según el reporte del jefe de la Oficina de Medio Ambiente y Gestión de Riesgo de Piedecuesta, Jorge Gualdrón, lo que ocurrió en este caso es que “una vivienda construida en tapia pisada, que registraba varias averías, colapsó. No se registraron víctimas”.

Además de la estructura, la intensidad del aguacero les derrumbó los sueños a Rodríguez y a su familia: “Todos mis ahorros, mi trabajo, mi sacrificio quedaron aquí enterrados. Espero que Dios me ayude y me fortalezca porque no es fácil perder todo en un momento”.

A varios kilómetros de allí, en el barrio La Isla de Girón, la intensa lluvia provocó la creciente del río de Oro.

En una de estas humildes viviendas, construidas al margen del afluente, vive Ana Celia Mora, una mamá a quien la fuerza de las aguas se le llevó parte de su vivienda. “Se nos fue el baño, el lavadero, el patio y hasta la ropa. Como a las 9:00 a.m. pasó la creciente y arraso con todo”, aseguró la mujer.

Mora narró que tuvieron que huir de la vivienda porque el río bajaba furioso. “Nos tocó sacar lo que más pudimos y salir corriendo. Las casas de otros cuatro vecinos también se dañaron”, indicó.

Los damnificados de este barrio solicitaron ayuda urgente a la Alcaldía de Girón porque en muchas de estas casas habitan varios menores de edad.

“Soy damnificado de la avalancha de agosto de 2023. Nuevamente hoy el río se nos metió y dañó las casas. La Alcaldía nos dijo que nos iba a reubicar, pero nada ha pasado. Necesitamos que nos colaboren”, sostuvo José del Carmen Sanabria, habitante de La Isla.

Las principales afectaciones

Girón, Floridablanca y Piedecuesta fueron los municipios más golpeados tras el inicio de la temporada invernal.

Para el caso de Piedecuesta, el jefe de la Oficina de Medio Ambiente y Gestión de Riesgo de Piedecuesta reportó que varios corredores viales colapsaron por el desbordamiento de afluentes. “Tuvimos cerrada la vía a la vereda Pajonal por desbordamiento del río de Oro. El acceso al sector rural de El Mansito se afectó por derrumbe y la creciente de quebrada Grande. En la parte alta del municipio también hubo algunos pequeños deslizamientos”, indicó el funcionario.

Las autoridades están llevando a cabo un monitoreo constante de la bocatoma del acueducto de Piedecuesta para prevenir cualquier situación similar a la emergencia ocurrida en 2023, cuando se presentaron problemas en la planta de La Colina y se suspendió el servicio de agua durante varios días debido a la acumulación de sedimentos.

Por su parte, la vía principal que comunica a Piedecuesta con La Mesa de Los Santos estuvo cerrada por varias horas. Varios derrumbes de piedra y tierra cayeron sobre la vía y además varios postes de energía cayeron derribados.

Los organismos de socorro reportaron que se registró una creciente súbita en el río del Hato pero sin mayores afectaciones.

Durante el pasado sábado, la concesionaria encargada de la vía adelantó labores de limpieza y el paso vehicular se restableció a un carril.

También, en Floridablanca, la vía que comunica a Ruitoque Bajo con Acapulco estuvo sin paso vehicular debido a que una quebrada se desbordó e inundó el corredor.

En la vía que comunica a Bucaramanga con Girón, cerca al puente El Bueno y a Cenfer los retornos se inundaron y la movilidad estuvo con paso lento durante gran parte del día.

También, en la carretera que lleva hacia el sector de Bahondo, en Girón, el barro impidió el paso de vehículos. Los pasajeros tuvieron que bajarse y caminar para llegar a sus destinos.

Encendieron alarmas en Bucaramanga

En el sector de José Antonio Galán, en el noroccidente de Bucaramanga, el río de Oro estuvo a 20 centímetros de desbordarse, alertó la comunidad.

Videos grabados por la comunidad evidenciaron que las aguas del río de Oro estuvieron a punto de salir de su cauce y generar emergencias por inundación en esta zona de la ciudad.

Además de dicha comunidad, las alarmas también se encendieron en barrios como Cinco de Enero y Carlos Pizarro. Cada comunidad activó sus protocolos de prevención y respuesta frente a riesgos y desastres.

A través de sus redes sociales, el alcalde de Bucaramanga, Jaime Andrés Beltrán, afirmó que “seguimos en alerta ante las lluvias. Monitoreamos puntos críticos cómo José Antonio Galán, San Martín, La Feria y Morrorico”.

En tal sentido, voceros del Cuerpo de Bomberos de Bucaramanga informaron que “hicimos inspección en los puntos donde se registraron alteraciones por las lluvias. Adelantamos todas las acciones de prevención pertinentes”.

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