Ir a desayunar donde doña ‘diosa’ es una experiencia divina e inigualable en el Diamante I. Desde las 6:00 de la mañana el olor a empanada recién hecha y la prisa por comprar los víveres del almuerzo hace que las más de seis sillas de la tienda estén ocupadas por clientes recién levantados.
Vistiendo gafas con su buen aumento y con el característico acento comunero, Dioselina Jaimes de Mendoza, atiende, prepara empanadas y hace cuentas como la buena trabajadora que es.
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“A mí me gusta a veces sentarme aquí y hablar con los vecinos, así como me ve, así voy a continuar hasta el final de mis días” afirma comerciante de 67 años. Gran parte de esos años los ha dedicado a administrar negocios prósperos en los barrios de ‘la ciudad bonita’.
El barrio Álvarez, Gaitán y, ahora, la frontera entre La Libertad y el Diamante I, son territorios que ha conquistado a base deliciosos ayacos, tamales, empanadas y una servicio 1A.
Tan querida es en el sector que, residentes le tienen su propia rima, la cual dice:”Doña Diosa es la mejor, es maravillosa, primorosa como una rosa”. La dueña de tal composición es Carolina Gómez, quien se crió desayunando amasijos y haciendo mandados en la tienda que funciona desde 1980 en la zona.
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Tiene su legado
Cuando el cielo clame por su ‘diosa’, la dulce señora de 67 años estará tranquila porque en el negocio deja a cargo a su nieta de 20 años, Daniela Mendoza.
Ella es tímida para las fotos, pero muy sagaz con las cuentas y con llevar al día el cuaderno en el que se anotan todos los saldos de los vecinos.
Daniela hace parte de los cuatro nietos y dos hijos que tiene a modo de legado Dioselina Jaimes, la tendera que parece bajada del cielo por el cariño con el que trata a todo el que pisa su tienda.
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