El segundo mayor productor de mora del país, después de Cundinamarca, se ve sumido en una situación angustiosa a raíz del verano implacable que ha azotado la región en los últimos meses.
Las intensas temperaturas, que han alcanzado los 32 grados centígrados en algunos días, han dejado estragos irreparables en los cultivos de mora.
Según Leonardo Silva, un destacado productor de la zona, aproximadamente el 80% de los cultivos han sido arrasados por el inclemente calor.
“Lamentablemente la mayoría de nuestros cultivos han sido destruidos, y eso es profundamente preocupante porque más de 3.000 núcleos familiares dependen de ellos para su sustento”, expresó Silva, reflejando la inquietud generalizada entre los agricultores locales.
Una planta agradecida
Esta fruta que llegó a Colombia hace casi 60 años y cuya primera semilla la trajo a Santander Don Eliécer Echavarría, un agricultor a gran escala que viajaba de ciudad en ciudad para conocer de cultivos, ahora clama por una política pública que les ayude a solventar el impacto de una mala temporada.
La principal preocupación de los moricultores es que el verano no solo les destruyó la cosecha sino que recuperarla les tomará apróximadamente tres meses y nuevas asignaciones de recursos.
Eso sí, tan pronto tome vuelo, no hay quien pare a una cosecha ‘muy valerosa’
Reynaldo Jaimes, agricultor y presidente de la Asociación de Agricultores de Mora de Miraflores, explica sobre los cultivos de esta fruta que “teóricamente pueden vivir 15 años, pero depende de los cuidados que les dé el agricultor, porque es una planta muy agradecida”.
Ciertamente su apodo de infinita proviene de allí y del hecho de que se puedan recolectar sus frutos frecuentemente, sin esperar por largos periodos para su cosecha.
Moricultores de toda la vida como Anderson Armando Rico Sánchez cuenta que los frutos:” se recogen cada 8 días o cada tres días. Es como una vaca lechera, cada día toca ordeñarla y todos los días hay fruta”.
Las autoridades locales y regionales están evaluando medidas de apoyo y asistencia para los agricultores afectados, pero queda claro que se necesitará un esfuerzo conjunto y continuo para superar esta crisis y reconstruir la industria de la mora en Piedecuesta.
Según el Sistema de Información de Precios y Abastecimiento del Sector Agropecuario, Sipsa, el mejor desempeño de este cultivo se logra con temperaturas entre 15 a 18 grados centígrados. Por lo que un cambio constante en su ambiente hace que la vida del producto esté en riesgo.