¡Cómo entender la existencia del dolor cuando éste se enquista en el alma! ¡Cómo explicarle a una madre y a un padre los designios del infortunio de perder una hija! Nadie está preparado para tan duro desenlace, y es una locura intentar darle una respuesta a lo inexplicable.
La verdad es que encontrar consuelo es lo más difícil en estos casos, porque las explicaciones abundan y aunque ninguna sobra, para nuestro sentido de amor y solidaridad llegan demasiado tarde.
“Un ángel más en el cielo”, suelen decir muchos en estos casos. Hoy los padres de ese ángel quieren ir más allá, y con la misión que se han trazado, quieren invitarnos a todos a entender la fragilidad de la vida y la importancia de cuidarla y valorarla en su verdadera dimensión.
Juan David Villamizar y Tatiana González, con el dolor en el alma por la partida de su hija, la niña Stefanía Villamizar González, quien murió tras un giro del destino, quieren tocar las puertas de muchos corazones, entre ellas las de las personas que aprueban las leyes en Colombia, para salvar vidas y rendirle un homenaje a ese ángel, que desde el pasado 28 de julio está en el cielo.
Esta es su historia: En medio de la alegría y un paseo familiar, el hogar bumangués de la pequeña Stefanía se sumergió en una tragedia inimaginable.
La pequeña, de tan sólo diez años de edad, perdió la vida debido a un parásito cerebral que se alojó en su cerebro tras sumergirse en la piscina del distrito turístico en donde compartía con sus parientes.
Tatiana González, madre de la niña, contó que durante su estancia en Santa Marta, ciudad en donde pasaban las vacaciones, la pequeña se sumergió en la piscina del hotel. Durante esta inmersión, Stefanía habría contraído el parásito a través de la nariz, desencadenando posteriormente los síntomas.
Lo que pretendió ser un divertido chapuzón, se convirtió rápidamente en un viacrucis. Ese parásito encontró su camino hacia el sistema nervioso central de la menor a través de sus fosas nasales mientras nadaba.
Esa extraña ameba, comúnmente encontrada en aguas dulces cálidas, puede causar una infección cerebral grave y, en casos extremos, llevar a la muerte.
A medida que pasaban los días, Stefanía comenzó a experimentar síntomas preocupantes como dolores de cabeza intensos, fiebre alta y vómitos.
Sus padres, alarmados por el deterioro de la salud de su hija, la llevaron rápidamente al hospital. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos incansables de los médicos, el parásito ya había causado daños irreparables en el cerebro de la pequeña.
A finales de julio pasado, la familia entera de Stefanía se sumió en una desgarradora tristeza. La pérdida de la menor dejó un vacío que nunca podrá ser llenado.
Sus padres, devastados por la tragedia, luchan por encontrar respuestas a todo esto y ahora, con la misión que ellos han diseñado, quieren crear conciencia entre la comunidad sobre los peligros de este parásito mortal.
Lo más preocupante es que, al menos en Colombia, no existe un tratamiento efectivo contra esta infección. Una vez que el parásito infecta a la persona, hay un 95 % de probabilidad de mortalidad.
Por esta razón, tanto la familia como los especialistas recomiendan que los establecimientos hoteleros implementen prácticas sanitarias efectivas para limpiar los espacios de las piscinas y prevenir este tipo de infecciones riesgosas.
En memoria de la pequeña Stefanía, su familia busca justicia y espera que su historia pueda salvar vidas en un futuro cercano. Que su partida no sea en vano y que su recuerdo inspire cambios significativos en la forma en que abordamos la seguridad en las piscinas y en los cuerpos de agua.
La madre de la menor dice que anhela que se tramite y apruebe en el Congreso una ley que les ordene a todos los conjuntos residenciales y a los hoteles adoptar medidas, para evitar que la historia de su hija se vuelva a repetir.
A su juicio, lo que debe contener ese proyecto de ley, no es otra cosa que la definición de una estrategia integral de seguridad y salud pública. Tal plan abordará intervenciones destinadas a prevenir situaciones de riesgo en la salud y bienestar de residentes y visitantes, con un enfoque específico en la inspección del estado de las piscinas y la garantía de que tales albercas cumplan con los protocolos necesarios.
Ella invita a los congresistas y demás autoridades a que radiquen el proyecto de ley, para que sea discutido y aprobado sin demora en la Cámara de Representantes y el Senado.
La familia sabe que, con esa ley, el espíritu de Stefanía no sólo vivirá eternamente en los corazones de quienes la amaron, sino que además podrá desde el cielo salvar las vidas de otros niños que quieran darse un chapuzón en cualquier piscina de la ciudad o del país.
Parte médico
El neurocientífico santandereano William Omar Contreras, miembro de la Academia Nacional de Medicina, investigó el caso de la muerte de la niña Stefanía Villamizar González, tras un chapuzón en una piscina. Con el informe del Instituto Nacional de Salud, que analizó la autopsia de la menor, se aclaró que se identificaron estructuras parasitarias. Las características morfológicas corresponden a meningoencefalitis amebiana que, por el patrón de lesión, favorece al origen ambiental, en el que se incluye el género de la ‘naegleria’, que causa la infección.
Hablemos de la naegleria, ¿Es verdad que se conoce como la ameba ‘come cerebro’?
La naegleria fowleri es el único protozoo patógeno del género naegleria. Esta ameba flagelada se descubrió en 1899, pero no fue sino hasta la década de 1970 que se identificó el vínculo entre naegleria fowleri y la meningoencefalitis amebiana primaria. Los protozoos penetran en el tejido nasal y migran al cerebro, a través del olfato.
¿Es una bacteria o un virus?
Ni es una bacteria, ni un virus, ni un hongo; es un protozoo en concreto un excavata o un parásito.
Pero entonces, ¿Ya no nos podemos meter más a las piscinas?
Tenemos la certeza que aunque letal, la naegleria no es uno de los peligros que más debiera preocuparnos, pero ahora que la conocemos sí que es cierto que no debemos ignorarla. Existen casos donde ha aparecido incluso en piscinas que aparentemente cumplían con todos los niveles de seguridad; por tanto, la recomendación más importante es que si se sumerge la persona dentro del agua, debe evitar que la misma entre por la nariz. También evitar ingresar a aguas estancadas.
¿Cuáles son los síntomas de esta infección?
La naegleria fowleri causa meningoencefalitis amebiana primaria (map), una infección cerebral que provoca la destrucción del tejido cerebral. En sus primeras etapas, los síntomas pueden ser similares a los de la meningitis bacteriana.
Los primeros síntomas aparecen entre uno y siete días después de contraer la infección y pueden incluir dolor de cabeza, fiebre, náuseas o vómitos. Los síntomas posteriores pueden incluir rigidez en el cuello, confusión, falta de atención a los demás y al entorno, pérdida del equilibrio, convulsiones y alucinaciones. Después de la aparición de los síntomas, la enfermedad evoluciona rápidamente y suele causar la muerte entre uno y doce días.
¿Existe un tratamiento para estos casos tan graves?
Diversos medicamentos son eficaces contra la naegleria fowleri en el laboratorio; sin embargo, su eficacia es incierta porque casi todas las infecciones han sido mortales, incluso cuando se administró tratamiento con medicamentos similares a las personas enfermas, tal y como ocurrió con la niña Stefanía Villamizar.
¿Cuáles serían las medidas de prevención que debe tomar Colombia, a partir de este caso?
Aunque no se disponen de medidas eficaces de prevención y control, vale la pena destacar la importancia de evitar la exposición de la piel descamada y secreciones nasales con aguas termales y piscinas artificiales, el buen manejo y desinfección de los lentes de contacto y evitar el uso de los mismos durante el baño en piscinas. No tirarse de cabeza al agua, en lo posible no sumergir la cabeza en el agua y nunca participar en actividades que causen que el agua entre por la nariz.
Medidas adicionales de prevención y control deben ser tomadas por los administradores de piscinas; es importante la adecuada limpieza de estas, la cloración previa y el mantenimiento de cloro activo y el impedir el contacto de animales y sus secreciones con estas aguas pueden evitar que el parásito sobreviva en piscinas.
¿Es posible sobrevivir a una menigiencefalitis amebiana?
Aunque la mortalidad es mayor al 95%, es posible si se detecta la presencia del parásito cuanto antes.
¿Puede transmitirse la infección de una persona a otra?
No, la infección por naegleria fowleri no se puede transmitir de persona a persona.
¿Sería válido crear un proyecto de ley que defina un plan de seguridad a seguir?
Por supuesto que sí, yo apoyo la propuesta plateada por los padres de la menor Stefanía.