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El ‘Pueblito Pajarero de Colombia’, está en Santander y es nido de cerca de 300 especies de aves

Enclavado entre majestuosas montañas, Encino pierde su nombre de pueblo escondido en el corazón de los bosques y encuentra su resplandor gracias al fascinante mundo de las aves con cerca de 300 especies que han hecho de este rincón en Santander, su hogar.

Misteriosa y arisca, la perdiz santandereana se pasea con sigilo en medio de tierras encinas, el tordo de montaña se mantiene vigilante, mientras el loro multicolor y los colibríes posan con sus majestuosas tonalidades, para que los avistadores, intrigados por estas cuatro especies endémicas, puedan apreciar sus cualidades.

En los cielos de Encino no solo vuelan las aves más diversas y misteriosas, también se teje una historia de turismo sostenible y aprecio por la biodiversidad con una geografía única y bosques que ofrecen un hábitat propicio para una variedad asombrosa de especies.

Y sus habitantes, al aprender a amar ese cielo que se viste de alas de colores, decidieron apostarle a su preservación.

El apasionado defensor del patrimonio natural de Encino, el Alcalde José Gabriel Giratá nos sumergió en esta riqueza natural, «se ubica dentro del corazón del corredor de bosques, áreas protegidas y otras connotaciones ambientales, una vocación del territorio propicia para el avistamiento de aves.

El alcalde señala con orgullo cómo los visitantes llegan de todas partes para sumergirse en la experiencia única de observar aves en su entorno natural. Además, la comunidad local ha abrazado esta corriente turística de manera responsable, implementando prácticas sostenibles que preservan el hábitat de las aves y promueven el respeto por la naturaleza.

Los habitantes de Encino no solo han acogido este fenómeno natural, sino que han convertido la presencia de estas criaturas en un atractivo turístico notable, dándole vida a sus fachadas con murales en honor a los majestuosos colores que resultan de esas cientos de especies que eligieron al pueblo para adornarlo con sus cantos, sus formas y sus colores. «Empezamos a generar una cultura local alrededor de las aves para que cualquier visitante pueda entender de una vez que está en el ‘Pueblito Pajarero de Santander «, indicó Giratá.

Luego de tres años de trabajo, Encino ha tenido ese reconocimiento y hoy es referente nacional e internacional de cómo a través de las políticas públicas se ha podido fomentar el aviturismo, «Encino es visitado ahora por fotógrafos y personas que quieren venir a ‘pajarear'», sostuvo el Alcalde. Un ejemplo inspirador de cómo la planificación estratégica y el compromiso comunitario pueden transformar un lugar en un destino destacado para los amantes de la observación de aves.

Edgar Arnulfo Pinzón, oriundo del municipio de Charalá, es uno de los artistas encargados de darle vida a los murales y le contó a Q’hubo la gratitud que siente al plasmar y difundir la identidad de los pueblos, además de mostrar su trabajo y dejar una huella con su arte «es muy grato, la acogida es excelente y con el señor Alcalde se eligieron las aves más representativas del municipio para poder mostrarlas a través del arte», indicó.

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