Muchos transeúntes son víctimas de duras caídas que los dejan maltrechos y, en varias ocasiones, con fuertes hematomas y hasta fracturas.
Y cuando llueve, los peatones padecen las incomodidades por algún chorro de agua sucia que salta hacia la ropa cuando se pisa una de estas baldosas.
¡Es cierto! Las denominadas losetas de Bucaramanga están deterioradas, tal y como lo pudo comprobar el Top Urbano de Q’hubo.
En el tradicional recorrido de esta sección periodística por las calles, parques y demás áreas de espacio público se evidencia que tales baldosines están afectados por el desgaste y la falta de mantenimiento, lo que representa un problema tanto estético como de seguridad para los ciudadanos.
El problema de las ruinas de las baldosas ha ido en aumento en los últimos años. Las aceras y calles principales de Bucaramanga muestran evidentes señales de desgaste, con baldosas rotas, agrietadas o desprendidas.
Algunas han sido levantadas por las raíces de los árboles. De igual forma, la falta de mantenimiento adecuado ha llevado a que las referidas baldosas se encuentren desalineadas, lo que representa un riesgo para los peatones, especialmente para las personas de edad avanzada o con movilidad reducida.
En una zona como Cabecera, según los vecinos del sector, el deterioro de las baldosas ha generado más de cien caídas, especialmente durante la época de lluvias, cuando las superficies resbaladizas aumentan el riesgo de lesiones.
Ante esta situación, los líderes cívicos de ese sector marcaron con color amarillo las centenares de losetas dañadas, de tal forma que esas señales alerten a los desprevenidos ciudadanos de no dar un mal paso.
Así las cosas, urge que la Secretaría de Infraestructura Municipal aplique los correctivos del caso.
Es necesario invertir en programas de mantenimiento y rehabilitación de esas superficies, así como en la implementación de políticas que promuevan su conservación y cuidado.
El deterioro de las baldosas en los espacios públicos de Bucaramanga no puede ser ignorado. Su solución requiere de un esfuerzo conjunto entre las autoridades municipales y los ciudadanos para garantizar la seguridad y la calidad de la movilidad peatonal de todos los habitantes.
Top 5
1. Paseo del Comercio: Las baldosas de esta parte céntrica de la ciudad se han convertido en un serio peligro para los peatones. Las más graves son las de la calle 35, entre carreras 16 y 18.
2. Un problema de ‘raíz’: En muchos sitios de la ciudad, como en la calle 45, entre carreras 12 y 13, las raíces de los árboles terminan levantando las losetas. Este mismo problema se presenta en Cabecera, San Francisco, La Ciudadela y Provenza.
3. Están rotas: La falta de mantenimiento y el evidente desgaste de estos baldosines se detectan por doquier, como en la carrera 12 con calle 36 y en la carrera 11 con calles 42 y 43, de Bucaramanga.
4. El desbarajuste de las de San Pío: En este parque, escenario que irónicamente acaba de ser remodelado, las baldosas están sueltas. Más de cien personas han sufrido accidentes al pasar por este sitio de sano esparcimiento.
5. Tocó marcarlas: Los vecinos del sector de Cabecera, de manera específica en la carrera 33, se vieron obligados a marcar las baldosas desbarajustadas para alertar de este peligro a la gente.
Su opinión cuenta: Conoce otras zonas en donde las baldosas necesiten de una brigada de repavimentación. Cuéntenos a través de las redes sociales de Vanguardia.com o, si lo prefiere, escríbale a este correo: eardila@vanguardia.com Veamos algunos de los comentarios que se leen en nuestras redes:
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Ricardo 0rduz
“Excelente labor periodística de Q’hubo. Esta denuncia motiva mi espíritu ciudadano, pues me identifico con las situaciones que a diario experimento en mi ciudad; sería bueno hacer el seguimiento para ver si las autoridades o los responsables hacen algo para solucionarla.
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Olga Lucía
“Las ponen para que se dañen cada 4 o 5 años y así proponer ‘arreglarlas’. Ya he visto tres arreglos y ninguno sirve”.
