Aunque el Municipio construyó rampas con el fin de evitar la presencia de habitantes de calle, sobre las zonas de ingreso a los deprimidos del intercambiador del Mesón de Los Búcaros, nuevamente se instalaron ‘cambuches’ por parte de personas en condición de indigencia.
En recorridos realizados por Q’hubo en dicha zona de la ciudad, se captaron habitantes de calle que comenzaron a ocupar los costados de las vías subterráneas que conforman este intercambiador en Bucaramanga.
A finales del pasado mes la Administración Municipal terminó la ejecución de obras en los deprimidos del Mesón de Los Búcaros, con el fin de evitar la instalación de ‘cambuches’. En donde existían anteriormente andenes, se levantaron rampas de concreto.
El Gobierno Local tomó esta medida ante el aumento de la población que se refugiaba en estos túneles, la mayoría de ellos consumidores de estupefacientes.
La presencia de ‘cambuches’ en los deprimidos generó, además de afectaciones en materia de inseguridad por casos de hurto y microtráfico, un incremento en el riesgo de accidentes de tránsito.
Quedó inhabilitado el paso de peatones
De acuerdo con lo señalado desde la Secretaría de Infraestructura de Bucaramanga, los pasos subterráneos para peatones no eran utilizados en el Mesón de Los Búcaros.
Por consiguiente, desde el pasado mes quedó inhabilitado el paso de peatones por los deprimidos de dicha estructura vial.
Conforme lo dicho por el Municipio, los transeúntes disponen de suficientes cruces y senderos peatonales en la superficie del Mesón.
Otro problema que generaba la alta presencia de habitantes de calle en estos túneles, eran las frecuentes inundaciones a raíz del colapso del alcantarillado, que resultaba bloqueado con la gran cantidad de residuos sólidos que tenía allí esta población vulnerable.
El riesgo persiste, en menor grado
Luego de las intervenciones realizadas por la Alcaldía y a pesar de las rampas que se levantaron, algunos habitantes de calle empezaron a pernoctar en las entradas a estos túneles o pasos subterráneos.
En las zonas de ingreso a los deprimidos quedaron disponibles varios tramos de andenes, y justamente allí se ubicaron de nuevo varios ‘cambuches’.
Tras recibir información por parte de la ciudadanía, Vanguardia captó varias imágenes y pudo confirmar que el problema aún persiste, aunque en menor escala.
Anteriormente se podían contabilizar fácilmente entre una y dos decenas de habitantes de calle en estos túneles.
Es importante resaltar que, además de las intervenciones realizadas en materia de infraestructura, en los túneles del Mesón de Los Búcaros también se han realizado jornadas de atención mediante el Programa de Habitante de Calle.
La ciudadanía solicita nuevamente la presencia del Municipio en estos pasos subterráneos, para evitar que la población que comenzó a pernoctar crezca como sucedió anteriormente.