Uno de los daños ambientales más graves evidenciados por las autoridades en lo corrido de 2023, por causa del loteo y ocupación ilegal de terrenos, se descubrió en el occidente de Bucaramanga. Más de 20 hectáreas de una zona de protección resultaron afectadas.
La extensión del terreno perjudicado equivale al tamaño que en total suman 22 canchas de fútbol profesional.
Remoción de la capa vegetal, tala de árboles, contaminación de fuentes hídricas y desplazamiento de las especies de fauna son algunos de los devastadores impactos que se ocasionan con estos loteos ilegales.
En los últimos días las autoridades intensificaron su presencia entre los barrios La Feria y Nápoles, en donde existe un terreno de conservación que ha sido invadido y afectado en múltiples ocasiones. Este predio tiene por nombre Buenos Aires.
“Por tercera vez, personas inescrupulosas insistieron en invadir este sector de especial protección ambiental”, informó la Corporación Para la Defensa de la Meseta de Bucaramanga, Cdmb.
Este terreno está clasificado como Distrito Regional de Manejo Integrado, Drmi, y goza de especial protección al ser considerado un ecosistema clave para la preservación ambiental y sostenibilidad de la capital santandereana.
“Cualquier intervención irregular atenta contra la seguridad y los recursos naturales. Las características del lugar no garantizan la estabilidad de proyectos de desarrollo urbano”, advirtió la Cdmb.
En el más reciente operativo desplegado por las autoridades, del cual se tuvo conocimiento en las últimas horas, se evidenciaron perjuicios en cerca de 15 hectáreas del predio Buenos Aires, además de las 20 hectáreas que resultaron afectadas anteriormente.
“Se generan cuatro afectaciones principales”
Conforme con lo advertido por las autoridades en medio de los controles ejercidos, malhechores estarían ocupando de manera irregular esta zona y comercializando lotes de manera ilícita en este sector de Bucaramanga.
Funcionarios de la Cdmb indicaron que el predio clasificado para su protección y conservación es un área clave para la estabilidad de los escarpados terrenos que se ubican en el occidente de la capital santandereana.
“Es una zona de reserva ubicada en la escarpa y de la cual nos beneficiamos todos los bumangueses”, alertaron expertos.
La eliminación de la capa vegetal y de la flora, según señalan las autoridades, repercuten negativamente en las condiciones de estos terrenos, por lo que también se puede incrementar el riesgo en materia de desastres naturales.
Entre los barrios La Feria y Nápoles decenas de guaduas fueron taladas. Conforme con lo indicado por la ciencia, se trata de una especie arbórea capaz de capturar grandes cantidades de dióxido de carbono CO2. Igualmente las guaduas son conocidas por su absorción y almacenamiento de agua.
Con la tala de árboles, y la remoción de arbustos, flores y pastos los invasores de estas áreas naturales también originan el desplazamiento de múltiples especies de fauna que encuentran hogar y refugio en estos componentes ambientales.
“Como cuarta afectación evidenciamos daños contra el recurso hídrico. Las cuencas hídricas que desembocan en el río Lebrija se están viendo afectadas por estas personas que realizan vertimientos de aguas negras y contaminan quebradas”, señalaron fuentes consultadas en la Cdmb.
La vigilancia y el control permanente ejercidos en este predio del occidente de Bucaramanga, cuya extensión total supera las 50 hectáreas, también ha generado roces entre autoridades e invasores.
De acuerdo con lo denunciado desde la Cdmb, varios funcionarios han sido víctimas de amenazas y agresiones verbales por parte de personas que ocuparon ilegalmente esta área de conservación.
“A nuestros vigilantes incluso los han amenazado con quemarles las motos”, comentó un funcionario a Q’hubo.
