La Procuraduría General de la Nación confirmó en segunda instancia la sanción disciplinaria y una millonaria multa al exalcalde de Bucaramanga, Rodolfo Hernández Suárez, por haber insultado a un ciudadano, en hechos ocurridos en el parque Solón Wilches, ubicado en el oriente de la ciudad.
Según el fallo, se le impuso una suspensión e inhabilidad especial de cuatro meses, al hallarlo responsable de tratar en términos irrespetuosos y desobligantes a un veedor ciudadano, durante un procedimiento ambiental que se desarrollaba en el espacio público.
Para el Ministerio Público, el procesado tenía el deber de tratar con respeto a la ciudadanía, pues es un requisito que resulta especialmente exigible a los servidores públicos, “en virtud del principio de responsabilidad contemplado en nuestra Constitución y porque se encuentran al servicio del Estado y la comunidad”.
Al no estar ocupando ningún cargo público en este momento, la sanción se traduce en el pago 62 millones de pesos, calculando los salarios mensuales devengados al momento de cometer la falta.
La decisión resalta que cualquier persona puede dirigirse a la autoridad para pedir, controlar y controvertir las decisiones por ellos adoptadas, y estas tienen el deber de resolver con respeto esas peticiones, sin recurrir a dinámicas como la de atentar contra la dignidad, insultar o menospreciar.
El órgano de control señaló que, además, el “disciplinable era consciente de que no tratar con respeto a otros con ocasión al servicio constituye falta disciplinaria, al punto que ha estado vinculado a otras investigaciones por situaciones fácticas similares”.
Al no estar desempeñando el cargo, la sanción impuesta a Hernández Suárez se convierte en salarios mensuales devengados al momento de cometer la falta, que equivalen a un poco mas de 62 millones de pesos.