Tener dos oficios a la vez es un privilegio de pocas personas. En sus manos está el talento, la calidad y la capacidad de brillar.
Benjamín Amaya Moya, tiene 49 años y nació en San Vicente de Chucurí. Hace 25 años vive en Girón, pero sus raíces las rememora de la vereda Palo Blanco, Alto de las Águilas en Zapatoca, donde pasó su infancia y parte de la adolescencia.
Es un hombre que se le mide a todo. Fue conductor, lavó buses, tuvo a cargo una compraventa, pero gracias a Dios conoció el oficio de la joyería y hace 22 años ‘le saca brillo’ a este arte.
“Llegué a Girón el 30 de diciembre de 1998. Desde los 14 años comencé a trabajar. Me fui para Medellín al gremio del transporte, los buses intermunicipales; comencé lavando carros en el terminal de transporte de Sabaneta, Antioquia. Después fui ayudante de buses y ya cuando tuve mayoría de edad era conductor de un vehículo”.
“Ya en Girón trabajé en una compraventa y eso me ayudó a conocer un poco el tema de la joyería y ahí fue donde empecé. Me independicé, coloqué un taller que me brindó la oportunidad de aprender los secretos de las joyas y luego vino la pandemia donde combiné mi trabajo con hacer artículos de cuero”, comenta Benjamín.
Como dice él, fue durante la pandemia que comenzó a hacer productos de cuero, como bolsos y billeteras. Disfrutaba tanto de la joyería como del trabajo en cuero y su esposa es su mano derecha en el negocio.
“Nosotros fabricamos acá en el taller todo lo que tiene que ver con plata, plata-oro. Argollas para matrimonio, anillos para grado. Joyas, piezas personalizadas en oro y en plata”.
“El tema del cuero fue para mí una oportunidad porque en pandemia trabajaba en un taller al que yo le fabricaba y el dueño lo cerró. Entonces yo tenía unos retales, comencé a mirar videos en YouTube y así empecé a hacer billeteras, a elaborar correas y allí comenzó todo”, dice hoy este emprendedor.
Y es que poco a poco Benjamín fue adquiriendo conocimiento y hoy, gracias a su empuje y sacrificio, ya tiene su propia línea para hombre y damas; se puede decir que bien ‘cotizada’ en el mercado.
“Son productos totalmente hechos a mano. Correcto. Yo le doy gracias a Dios porque disfruto tanto cuando me siento en el cajón de joyería o estoy elaborando una joya y lo mismo disfruto haciendo un artículo de cuero. Realmente para mí es algo hermoso”, comenta.
Benjamín sostiene que el cuero es un material precioso que se deja trabajar muy bien y le permite hacer productos muy bien terminados.
“Esto es un trabajo de familia. Aquí mi mano derecha es mi esposa, Marielena Parra, que ella es la que me da primero el impulso, la motivación y vamos de la mano”.
“En la joyería uno requiere de otras personas que le colaboran a uno en parte del proceso, pero también en el cuero. Pero más que todo, mi mano derecha es mi esposa, una gironesa que ha sido todo para mí”, dice.
Su familia
Benjamín tiene dos hijos, uno de 13 años y el menor que va a cumplir 6 añitos.
Gracias a sus dos proyectos de vida su familia ha salido adelante.
“Realmente mi intención es poder crecer como empresario, como emprendedor. Poderle brindar a los clientes artículos de muy buena calidad. Que aquí en Girón encuentren productos, bien sea de cuero o bien sea una línea de joyería”.
Dentro de sus proyectos a futuro, Benjamín ha pensado brindar más oportunidades a otras personas, con un empleo, con esto que su taller o la empresa pueda crecer, “sobretodo el énfasis de nosotros es entregarle al cliente un producto de muy buena calidad y que encuentren en Girón, unos anillos de matrimonio o un anillo de grado, bolsos para hombre y mujer y darle al cliente un servicio de calidad”, dice. Si desea conocer un poco más de su trabajo, puede contactarlo en el número: 3112199465 o en las redes sociales, Instagram: @amayaemprendedor.