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Valentina Mantilla, un ‘corazón bonito’ que ayuda a los más necesitados en Bucaramanga

“De corazones bonitos nacen ideas bonitas”, ese es el lema de la fundación liderada por Valentina Mantilla, una joven de 24 años que desde niña soñó con ayudar a los demás.

En 2019, a Valentina Mantilla se le ocurrió una idea: ayudar a la población vulnerable en Bucaramanga como habitantes de calle, trabajadores informales, adultos mayores y población infantil.

A través de diferentes iniciativas, la Fundación Ayudamos Colombia cuenta con el liderazgo de una joven de 24 años que tiene el propósito claro de lo que quiere hacer en su vida. Valentina recordó los inicios de este proyecto en el que actualmente también está presente su familia.

“Fueron difíciles, iniciar fue demasiado complicado porque nadie me creía, pocas personas confiaban en lo que yo quería hacer”, aseguró la joven fundadora, quien recordó que desde niña tiene la vocación por el servicio.

Antes de crear la fundación, Valentina tenía un emprendimiento que decidió cerrar. “Quería dedicarme totalmente a la fundación y gracias a Dios cuento con el respaldo y apoyo de mis papás para hacerlo”, contó la joven.

“De corazones bonitos nacen ideas bonitas”, ese es el lema de esta fundación que por medio de refrigerios, desayunos, actividades, juegos, celebración de fechas especiales y brigadas de salud comparten un momento agradable y de bienestar con los más necesitados de la ciudad.

“En diciembre hicimos cuatro fiestas de Navidad y en total llegamos a 800 niños con regalo, recreación, refrigerio y torta”, recordó Valentina.

Las ayudas de la Fundación Ayudamos Colombia suelen concentrarse en el centro de Bucaramanga, donde normalmente se encuentra la mayor cantidad de población habitante de calle.

Anécdotas que marcan

Valentina recordó que en una oportunidad, mientras repartía desayunos junto con demás voluntarios, escuchó hablar a unos habitantes de calle luego de recibir el alimento.

“Se sentaron detrás de donde yo estaba y ellos empezaron a hablar y uno le dice al otro” ¿Si ve que hay alguien que nos quiere y piensa en nosotros? Por eso nos traen comida, porque no todos nos ven malos”, contó la joven al afirmar que anécdotas como estas son la motivación para continuar con su labor.

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