Cada día que pasa es más abismal la brecha entre la educación privada y la oficial en el área metropolitana de Bucaramanga; es decir, son enormes las diferencias que existen en el puntaje promedio con relación al desempeño académico entre los estudiantes de un sector respecto al otro.
Tanto en los resultados de las pruebas Saber 11, en temas como el dominio del inglés y otras materias, así como en los equipos digitales que disponen los estudiantes, de lejos se imponen los que cursan en establecimientos no oficiales.
Lo propio pasa con los casos de reprobación: son más los estudiantes que pierden el año en los establecimientos oficiales que en los privados.
Además, la tendencia en los resultados académicos de los centros oficiales es a la baja, por lo que año tras año la calidad educativa en ese sector del área metropolitana viene en descenso.
Este fenómeno, en palabras de los expertos, hace que las diferencias entre los tipos de centro escolar se amplíen, registrándose las mayores desigualdades en Floridablanca puesto que, en promedio, los centros no oficiales obtuvieron 27 puntos más que los centros oficiales.
La educación privada que ofrecen los planteles de Floridablanca se destaca obteniendo la mayor puntuación entre los municipios del área metropolitana. Por el contrario, Girón registró el menor desempeño.
Voz del experto
Para el catedrático Gonzalo Ordóñez Gómez, la distancia entre el sector oficial y el privado ha aumentado en los últimos años, puesto que para 2019 la brecha fue de 25,5 puntos y para 2022 aumentó a 31.
“Otro indicador que muestra la diferencia entre los aprendizajes de los estudiantes es el nivel socioeconómico (NSE) que los clasifica de 1 a 4. En 2019, la diferencia fue de 84,2 puntos entre NSE4 (304,6) y NSE 1 (220,4). En 2022 la diferencia fue de 83 puntos”, dijo.
Entre lo rural y lo urbano
“Y la brecha educativa entre el campo y la ciudad, medida como la diferencia entre el puntaje global promedio de la zona urbana y la rural, para el año 2019 fue de 22 puntos. Para el año 2022, el promedio del sector urbano supera en 25 puntos el promedio del sector rural”, agregó Ordóñez Gómez.
“Los indicadores muestran la ausencia de políticas públicas para contrarrestar las inequidades del sistema que se expresan en una educación pobre para los pobres y educación de calidad para quien la puede pagar”, puntualizó el experto.
Recomendaciones para quienes asuman las alcaldías en 2024
De acuerdo con el informe presentado por el Instituto de Estudios Políticos de la Universidad Autónoma de Bucaramanga, Unab, elaborado por expertos en el tema, hoy les hacen algunas recomendaciones a las autoridades metropolitanas para que tengan en cuenta en el pendiente que se tiene de reducir la brecha de la educación. Las sugerencias son las siguientes:
1. Mejorar la tecnología digital y la educación virtual. Es preciso formar en la era digital y, en ese sentido, las principales acciones o políticas de mejora deben concentrarse en colegios oficiales, debido a que estos son los que presentan una disminución en la calidad educativa, medida a través de las pruebas Saber.
2. Reducir las diferencias de dotaciones, por ejemplo, cerrando las brechas digitales existentes que impiden el acceso o la tenencia de recursos educativos digitales.
3. Es clara la conveniencia de entornos educativos presenciales en las edades tempranas para enriquecer la formación integral, sin desconocer que Bucaramanga y su área metropolitana necesitan aprovechar los recursos digitales o tecnológicos disponibles para el aprendizaje, tales como las plataformas para la educación virtual; con lo cual se hace necesario el desarrollo de este tipo de competencias, tanto en los estudiantes como en el profesorado.
4. Además de las herramientas tecnológicas, es necesario potencializar el manejo de Internet, lo que permite mejorar las formas de comunicación y el uso adecuado de las redes sociales.
5. Se debe fortalecer la infraestructura para la conectividad, ampliar las competencias digitales que permitan un uso adecuado desde lo didáctico y lo pedagógico por parte de los actores clave (alumnos/profesores).
6. Otra acción puede ir encaminada hacia el otorgamiento de una mayor autonomía en la toma de decisiones por parte de los rectores de colegios oficiales (contratación de docentes certificados y cualificados, en el diseño de los contenidos y la determinación de la proporción alumno/profesor, entre otros), respetando los decretos o las leyes desde las cuales están sujetas estas decisiones y que imparte el Ministerio Educación Nacional.
7. Se requiere la articulación decidida de los diferentes actores del AMB (Universidad, Empresa y Estado), que permita continuar con procesos de certificación de alta calidad para los programas académicos ofertados y que redunde en mejores procesos educativos para la ciudad.