Don José Camacho vive en el barrio La Cumbre, de Floridablanca. Él asegura que es uno de los grandes damnificados “por el pésimo servicio que ofrece Metrolínea. Me he visto obligado a utilizar el transporte ‘pirata’, entre otras cosas, porque no hay otra forma de movilizarse por el área”.
Como él, muchos pasajeros han vivido un verdadero ‘viacrucis’ con su movilidad urbana tras la crisis por la que pasa el Sistema Integrado del Transporte Masivo, Sitm.
Ante la situación, al ente gestor no le tocó de otra que garantizar buena parte del servicio con el apoyo de los buses convencionales, los cuales forman parte del Transporte Público Colectivo, TPC.
Actualmente, el 76 % de las rutas de Metrolínea operan con buses del TPC y más de un centenar de buses convencionales fueron incorporados al funcionamiento del sistema masivo en el área.
Así las cosas, las tradicionales empresas que han operado por décadas en la ciudad son las que están garantizando la movilidad de los pasajeros.
¿Cómo califican los usuarios este plan de contingencia?
Aunque ellos reconocen que las nuevas rutas del TPC han aliviado “un tanto” las deficiencias que registra el Sitm, también aseguran que “sigue siendo traumático” movilizarse en bus por las diferentes calles del área metropolitana de Bucaramanga.
Los usuarios reportan demoras en varias rutas y denuncian que, cuando llegan a las estaciones de Metrolínea o a otros paraderos, tan sólo pasan dos o tres buses, lo que hace tortuosa la movilización.
“Todo este mal manejo que ha tenido el Metrolínea se ha traducido en las demoras y en las pocas frecuencias. Yo, por ejemplo, hoy llevo media hora esperando que pase un bus. Es inaudito que un servicio que se anunció con bombos y platillos, como el de Metrolínea, y el del mismo Transporte Colectivo hoy sean unos verdaderos fracasos”, dijo Gerardo Gómez, otro usuario de ese tipo de servicio público.
Voces oficiales
A juicio de Metrolínea, “lo que hoy podemos decir es que las rutas Don Bosco – Santander – La Joya, La Feria, P3 y AB3 operan de acuerdo con lo establecido en el acuerdo entre Metrolínea y la empresa Unitransa, con el aval del Área Metropolitana de Bucaramanga”.
“Los usuarios han acogido bien estos nuevos servicios y el retorno de las rutas AB3 y P3. Desde Metrolínea se espera que los ciudadanos apoyen estas rutas y usen el transporte legal, de tal manera que estos servicios se puedan mantener a través de tiempo”.
Por su parte, César Camilo Hernández, director del Área Metropolitana de Bucaramanga, AMB, dijo que “las rutas del Transporte Público Colectivo sí han sido el apoyo al masivo en modo de complementariedad, permitiendo no reducir totalmente la prestación de las rutas adscritas a Metrolínea”.
Y agregó: “Se está desarrollando un trabajo con la comunidad para fortalecer las rutas, mejorando la prestación de servicio de transporte público en cobertura y calidad”.
En sus palabras, “la integración es una necesidad para el futuro del transporte público en el área metropolitana, con el fin de que cada actor realice la labor por la que fue creado: administración, operación y recaudo. El Sitm es la hoja de ruta que arrojan los instrumentos de planificación”.
Hablan los pasajeros
Esperanza Vera: “Las rutas del Transporte Público Colectivo, TPC, no han mejorado el servicio como se esperaba”.
Carlos Páez: “Metrolínea ha sido un rotundo fracaso; al menos diseñaron estas rutas del transporte colectivo que algo sirven”.
Luisa F. Rodríguez: “Los buses convencionales funcionan a ratos, pero sí deberían mejorar el servicio del Metrolínea”.
Sneidher Salazar: “Al menos las rutas convencionales regresaron y, en ese sentido, puedo decir que el servicio se alivió un poco. Sin embargo, el transporte masivo en Bucaramanga y en general en toda el área metropolitana es un desastre”.