Acuden a escasos metros del colegio, o se ubican en parques y canchas del barrio. Estos son los escenarios más frecuentes en donde cientos de adolescentes santandereanos consumen, por primera vez, un cigarrillo, muchos de ellos a partir de los 12 años.
Así lo advierten autoridades y organizaciones que luchan contra el consumo de tabaco en Santander. Los expertos identificaron además que, en medio del auge de dispositivos tecnológicos que suministran nicotina de forma no convencional, a partir de los 18 años muchos jóvenes comienzan a inhalar los denominados cigarrillos electrónicos o vapeadores.
Las autoridades calculan que más del 33 % de la población colombiana ya consumió cigarrillo, al menos en una ocasión. Dicho porcentaje equivale a más de 7.910.000 ciudadanos.
Instituciones como la Liga Santandereana Contra El Cáncer alertan a la población y advierten que, tanto los cigarrillos tradicionales como dichos objetos electrónicos generan riesgos cancerígenos en los humanos, al igual que impactos negativos contra las mascotas y el ambiente. (Ver recuadro)
Este miércoles 31 de mayo, fecha en la que se conmemora el Día Mundial Sin Tabaco, Vanguardia publica las preocupantes estadísticas reveladas en el estudio más reciente del Gobierno Nacional sobre consumo de tabaco en el país.
Uno de los datos que más llama la atención es que, según los cálculos de las autoridades, más de 300.000 personas en Santander han fumado cigarrillo alguna vez en su vida.
Hombres, quienes inician el consumo más temprano
Los resultados de la Encuesta Nacional de Consumo de Sustancias Psicoactivas, publicados en julio de 2020, advierten que el 12,7 % de los adolescentes y jóvenes santandereanos, con edades entre los 12 años y los 21 años, han consumido cigarrillo al menos una vez en su vida.
A modo de comparación, el departamento que reporta el indicador más alto de consumo de cigarrillo en jóvenes es Cundinamarca (25,1 %), seguido de Caldas (24,2 %) y luego de Boyacá (23,9 %).
“Es más frecuente el consumo entre los hombres de este grupo de edad (20,4 % manifestaron haber consumido cigarrillo al menos una vez en su vida) que entre las mujeres (11,1 %)”, señala el Laboratorio de Economía de la Educación, LEE, de la Pontificia Universidad Javeriana.
Las estadísticas consignadas en dicho estudio también estiman que, en el último año más de 90.000 santandereanos consumieron cigarrillo y que en el último mes lo hicieron más de 70.000 ciudadanos.
“Desde los 12 años se inicia el consumo de cigarrillos convencionales, y de cigarrillos electrónicos se inicia entre los 18 años y los 24 años. Luego de que los jóvenes prueban el cigarrillo convencional, muchos de ellos buscan los dispositivos electrónicos como alternativa para dejar de fumar. Pero realmente, no se deja dicho hábito”, informó Rosalba Díaz Archila, directora ejecutiva de la Liga Santandereana Contra el Cáncer.
En su análisis, el LEE de la Pontificia Universidad Javeriana señala que la presencia y supervisión de los padres es determinante en la prevención del consumo de cigarrillo en adolescentes y jóvenes.
“Fumar es un hábito más frecuente entre los niños, niñas, adolescentes y jóvenes que viven con solo uno de sus padres (41,3 %), seguido de quienes viven sin ninguno de sus padres (35,2 %). Así, la ausencia de padres o cuidadores responsables puede ser un factor de riesgo para el consumo de cigarrillo”, advirtió el laboratorio referido.
En total, se calcula que en Colombia más de 827.00 adolescentes y jóvenes, entre los 12 años y los 21 años, ya fumaron cigarrillo al menos una vez en su vida.
Adicionalmente, se estima que cerca de 1.100.00 de jóvenes y adolescentes viven expuestos de forma permanente al humo de cigarrillo, ya que en sus hogares viven con un familiar que fuma.
“El tabaquismo involuntario o pasivo es un problema de salud pública que puede generar enfermedades respiratorias en el futuro. El humo exhalado por el fumador activo suele contener mayores desechos, en los que se incluyen sustancias cancerígenas”, indicó el LEE.
Riesgos por 16 tipos de cáncer
A lo largo del presente mes, la Liga Santandereana Contra El Cáncer realizó múltiples acciones y difundió diversas campañas pedagógicas con el fin de educar y sensibilizar a los santandereanos sobre los perjuicios y los impactos negativos que tiene el consumo de tabaco, incluyendo los vapeadores.
“Tanto el cigarrillo convencional como los electrónicos son nocivos y causan daños, como el cáncer de pulmón. En total, se generan riesgos por la posible aparición de 16 tipos de cáncer, afecciones cardiovasculares, alteración a la fertilidad, entre otras”, advirtió María Patricia Sánchez, profesional de Programas de la Liga Santandereana Contra El Cáncer.
Entidades como la Liga y la Organización Mundial de la Salud, OMS, impulsan en uso de un aplicativo digital “que ayuda a dejar de fumar”, según lo explicado. Esta aplicación se llama ‘Florencia’ o ‘Florence’, en inglés.
Se trata de una especie de ‘asistente digital de salud’, que brinda guías y orientaciones para dejar el hábito de fumar e iniciar una vida más saludable.
“Ofrece información, recomendaciones y a la vez proporciona consejos y prácticas para que la persona logre dejar de fumar”, explicó Sánchez.
