El sorpresivo anuncio de la Alcaldía de Bucaramanga sobre la futura demolición del puente peatonal que comunica al sector de la calle 41 con carrera 9 con las actuales obras de reconstrucción de la institución educativa ‘Camacho Carreño’, despertó voces encontradas entre la ciudadanía.
Por un lado están los defensores del paso elevado, quienes alegan que a lo largo de la carrera 9 la estructura es la única conexión peatonal que tienen los transeúntes; y por el otro están algunos vecinos del lugar, quienes denuncian que esa infraestructura se ha convertido en un foco de inseguridad por la constante presencia de habitantes de calle.
El pronunciamiento del alcalde de la capital santandereana, Juan Carlos Cárdenas Rey, fue claro: “Vamos a derribar este puente que hoy nadie usa y sólo genera inseguridad en el barrio Alfonso López”.
De acuerdo con el Jefe del Gobierno Local, “transformaremos la zona en un sector caminable y seguro para los estudiantes del nuevo colegio ‘Camacho Carreño’ y todos los vecinos del sector”.
Para Iván Leal, presidente de la Junta de Acción Comunal del barrio García Rovira, zona de jurisdicción del puente peatonal, “actualmente quienes se ven obligados a utilizar dicha estructura se sienten vulnerables a la hora de tomar ese camino, pues allí no existe mayor seguridad”.
¡A muchas personas las han asaltado! Además, es frecuente ver por allí no sólo a los atracadores, sino también a habitantes de calle improvisando sus dormitorios de paso sobre los escalones del puente.
Lo anterior sin contar que se han detectado consumidores de drogas alucinógenas quienes, en más de una ocasión, han atacado a quienes se atreven a cruzar por ese sitio.
Las víctimas ‘preferidas’ de los delincuentes, según los defensores de la demolición del paso elevado, resultan ser en la mayoría de los casos mujeres y estudiantes que se conectan con este trayecto peatonal a primera hora de la mañana, al mediodía o al caer la tarde.
Fernando Estupiñán, vecino del sector, celebró el anuncio oficial de la futura demolición del paso elevado, “siempre y cuando la administración local plantee planes de contingencia peatonal para garantizar la movilidad de los vecinos y de los mismos estudiantes de la ‘Camacho Carreño’ por esta congestionada zona de la carrera 9”.
Entre los que están en contra de la demolición del paso elevado, se encuentra Jacobo Montalvo, vecino del barrio Alfonso López, quien ve en la futura demolición, “una falta de planeación más de la presente administración. ¿Por qué ‘echan por tierra’ una paso elevado, sin prever que el peatón quedará expuesto al paso por esta congestionada área de la ciudad? Yo pregunto: ¿Si la carrera 9 es una vía de alto flujo vehicular, por qué piensan quitarle el único paso seguro que tienen el transeúnte? No hay derecho a tanta improvisación”.
Lo propio opinó el concejal de la oposición, Jaime Andrés Beltrán, quien señaló que “las declaraciones del Alcalde, que dan cuenta de la demolición de un puente peatonal tan importante como el de la carrera 9 con calle 41, son los reflejos de los cuatro años de su gestión, alejada de la realidad urbana”.
“Al Alcalde de Bucaramanga no le duele la ciudad y no tiene visión. Tumbar ese puente y pensar en ubicar un supuesto paso a desnivel en este punto, no sólo deja desprotegidos a los alumnos que cursan sus estudios en ese plantel, sino que además construye una barrera más para lo que deberá ser la Troncal-Norte Sur, el megaproyecto que está en veremos y que tiene a la carrera 9 como su gran conexión en un futuro cercano”.
Iván Vargas, secretario de Infraestructura Local, dijo que “efectivamente, tras la demolición del puente peatonal, el Gobierno tiene pensado construir allí un paso a desnivel que garantizaría la movilidad peatonal”.
“Durante todo este proceso de remodelación se han realizado socializaciones con la gente. La consigna es contribuir con el mejoramiento de la carrera 9, en el marco de la futura entrega de la renovada ‘Camacho Carreño’, pero sin afectar la movilidad en la zona”, puntualizó.