Escoflor es de esos barrios de progreso, tradición y de gente trabajadora.
Su proyección, con gente joven, busca impulsar este sector de Floridablanca con ideas y desarrollo, que poco a poco transforme su entorno.
Y aunque como todos los barrios, se ve afectados por dificultades sociales, Escoflor resalta su hábitat en un acento de trabajo y costumbres que lo fortalecen.
Hace más de 35 años el barrio fue creado en la comuna 7 del municipio dulce del área metropolitana.
Según cuenta Ester Vergara las primeras viviendas fueron por auto construcción, muchos compraron los terrenos mediante un sorteo y allí se cada dueño comenzó a edificar.
“En ese entonces el Instituto Nacional de Vivienda de Interés Social y Reforma Urbana, Inurbe, nos brindó el subsidio. Yo pagué $160 mil por mi lote, pagaba $10 mil mensuales, fue una bendición y así logré la casita. Así muchas personas lograron una de las viviendas en este barrio”, comenta esta mujer, orgullosa de vivir en este sector.
Así como Ester, 146 personas lograron su vivienda, y hoy, con su desarrollo, son cerca de 1.000 las que viven allí, en un barrio que cuenta con todos los servicios.
“El barrio se llama Escoflor en homenaje a una señora llamaba Blanca Flor, quien ya murió y fue una de las fundadoras”, concluye esta mujer.
En total, el sector aledaño a los barrio Santa Ana, Alpes y Villa Real, lo conforman varias manzanas distribuidas de manera estratégica y comunicadas entre sí por senderos peatonales y bellas áreas verdes.
El vecindario, en el último tiempo ha estado unido para impulsar las obras comunitaria. Así, de la mano de actividades cívicas y solidarias, y con el impulso del Banco Inmobiliario, espera realizar proyectos futuros.
“Venimos trabajando hace menos de un año con la Junta de Acción Comunal del barrio y vemos varias dificultades; allí buscamos darle otra mirada con la ayuda de los gobernantes y la misma comunidad”. “Hemos embellecido el entorno, pero nos falta muchas más mejoras. Una de ellas en cancha multifuncional, de la cual se benefician otros barrios y que necesita un gran mantenimiento por parte del Gobierno Local”.
“Las vías que nos rodean, sobretodo en el parqueadero, le hace falta una mejor malla vial”.
“También estamos buscando generar cultura ciudadana en las basuras para que no se vean los alrededores del barrio contaminados y quienes tienen mascotas tengan una responsabilidad social”.
“Finalmente, el proyecto más ambicioso es tener nuestro propio salón comunal; que muchas personas en el barrio anhelan y aunque se tiene el terreno, los gobiernos pasados no han mirado a este sector”, comenta Jenny Paola Durán Acosta, vicepresidenta de la JAC del barrio.