Pasan los días y la incertidumbre se apodera de las y los habitantes del barrio Girardot. En el año 2022 las autoridades municipales y un contratista del Ministerio de Educación anunciaron la remodelación de la sede C del colegio Politécnico, pero a la fecha las obras no inician.
Las y los estudiantes tuvieron que ser reubicados en otras instituciones educativas como el colegio Francisco de Paula Santander y en la República del Ecuador. Los padres de familia manifiestan que sus gastos se incrementaron al asumir temas de transporte para que sus hijos e hijas acudan a estudiar.
La comunidad cansada de esperar, ha liderado protestas pacíficas en las afueras de la institución educativa que se ubica en la Carrera 7 con calle 39 en el barrio Girardot en la comuna 4 de Bucaramanga.
“Desde hace cinco años prometieron la remodelación de esta sede. El año pasado dijeron que las obras ya iniciaban y afanaron a la Coordinadora para entregar las instalaciones y hacer el proceso de reubicación de los y las estudiantes. En el 2022 estudiaban 530 alumnos. El traslado a otros colegios generó deserción de varios estudiantes porque los padres de familia no cuentan con los recursos para los pasajes de sus hijos a otras sedes”, explicó un líder comunal del barrio.
El tiempo avanza y las obras no inician. La infraestructura del colegio se deteriora, no cuenta con rejas ni tejas y la comunidad teme que se convierta en un foco de inseguridad. Las y los habitantes hacen un llamado para que las autoridades se apropien del tema y la remodelación inicie en el menor tiempo posible.
De acuerdo con padres de familia, el contrato de la nueva infraestructura supera los 4 mil millones de pesos y se tendrían dos pisos. Explican que, según lo anunciado, el proyecto se ve literalmente “bonito” pero como dice el adagio popular “ del dicho al hecho hay mucho trecho”
Esperan que las obras inicien de manera urgente y que la remodelación de la Sede C del colegio Politécnico que anunciaron con “bombos y platillos” no se quede en un elefante blanco.
Sonia Carvajalino
“Yo tengo un negocio en inmediaciones del colegio. Desde que lo cerraron, las ventas han disminuido; los estudiantes compraban sus onces y sin ambiente escolar esta zona es más sola. Los padres de familia también se ven afectados porque deben pagar transporte a las sedes donde reubicaron a sus hijos, una de ellas en Real de Minas”.
Nubia Pedraza
“Se ve mal porque toca trasladar a los niños a otros lugares y tienen que pagar transporte. Otros padres de familia no han enviado a sus hijos a estudiar. El llamado para las autoridades y el consorcio, es que inicien las obras cuanto antes porque se necesita”.
Yadira Duarte
“Me gustaría que iniciaran las obras rápido. Mi hijo estudiaba ahí y lo reubicaron en otra sede. Aunque queda cerca al barrio Girardot, en ocasiones se va y se regresa solo y eso da miedo. Realmente queremos que hagan las obras y los estudiantes vuelvan a sus clases en la sede C”.
Rosalba Jaimes
“Pedimos a la secretaría de Educación Municipal para que la remodelación de la sede C del colegio Politécnico no quede como un elefante blanco. Las obras no inician y esto perjudica a padres de familia, comerciantes y comunidad en general. No queremos que las instalaciones pasen de ser educativas a un cartucho que genere inseguridad en el barrio”.
*Estos contenidos fueron publicados en el periódico comunitario del barrio Santander y Girardot de la iniciativa Mi panita, mi amigo de Vanguardia y el proyecto Integra de USAID.