El pabellón es una de las comidas típicas de Venezuela y Deisy Briceño decidió emprender en Bucaramanga vendiendo empanadas con este sabor. Es oriunda de ciudad Valencia, Estado Carabobo y desde hace un año se radicó en el Girardot.
En el parque del barrio, se encuentra el puesto de Deisy y sus empanadas de pabellón. Sale a vender los productos desde las 6:00 de la mañana en compañía de sus dos hijas. Para ella y su familia, el sabor de la comida venezolana les ha permitido generar sus ingresos diarios en la ciudad que les abrió las puertas.
“Hay días buenos y otros regulares. Yo no me aflijo y sigo adelante, tengo fe en Dios y soy una persona perseverante” así se describe Deisy, quien con una sonrisa y la mejor energía, atiende a las y los clientes que llegan a probar su sazón.
Las empanadas se caracterizan por ser de carne desmechada, maduro, caraotas y arroz. Se venden solas o en combo con jugo de mora o avena, según la preferencia de las personas. El precio oscila entre los 4 mil a 5 mil pesos.
“Llegamos al parque a las 6:00 a.m. y estamos hasta las 10:30 de la mañana. En la noche regresamos desde las 6:00 p.m. hasta las 11:00 p.m. aproximadamente” relata Deisy.
La familia Briceño madruga todos los días para preparar los alimentos. Se caracterizan por ser unidos y por emprender en el arte de la gastronomía. En Venezuela se dedicaban a vender comidas rápidas y sancocho en diferentes lugares. “La gente me hace buenos comentarios, que muy deliciosas las empanadas de pabellón, algunos no las habían probado y a otros les recuerda su país natal”. Deisy y su familia también se han integrado en los grupos del barrio y en las actividades que se realizan, promocionan sus exquisitas empanadas de pabellón
*Estos contenidos fueron publicados en el periódico comunitario del barrio Santander y Girardot de la iniciativa Mi panita, mi amigo de Vanguardia y el proyecto Integra de USAID.