Brigitte Baptiste asiste este martes al foro académico ‘La conservación del agua en Santander’, que se realiza en Neomundo y es organizado por Asociación Nacional de Empresarios, Andi, seccional Santander.
Las más de 4.000 hectáreas, ubicadas en el área de influencia del Páramo de Santurbán, que estaban asignadas al contrato de concesión minera otorgado a la empresa canadiense Eco Oro, son en la actualidad “terreno de nadie”, o mejor, de grupos de mineros ilegales dedicados a extraer oro de forma ilícita utilizando una red de socavones, algunos muy artesanales, con más 500 mil metros de perforaciones y más de cuatro kilómetros de desarrollos subterráneos. Todos usan mercurio para obtener oro.
Según cálculos geológicos, solo en esta área de la provincia de Soto Norte se encontrarían más de 10 millones de onzas de oro enterradas, es decir, unas 77 toneladas de este metal precioso.
Esta explotación ilegal genera graves problemas de contaminación en las fuentes hídricas que nacen el Páramo de Santurbán.