Desde antes de que sus bebés nacen, en su mayoría, las madres ya saben que conocerán a la persona más especial de su mundo. Marjory Suárez, una madre santandereana, no fue la excepción. Pero su hijo sí fue un caso particular.
Jared Orlando Sandoval Suárez, quien hoy tiene siete años, empezó a comportarse como un niño realmente especial.
“Han sido como varios signos desde que nació. Tenía tono muscular en su nuca, (lo que significa que) sostenía muy bien su cabeza, desde el instante en que nació. Fue algo que desde el principio llamó la atención de los pediatras”.
Jared se sentó a los tres meses. Empezó a hablar a los cinco meses. Al cumplir un año ya conocía el abecedario y las vocales, pero en inglés; además de otras frases que aprendió en este idioma. A los dos años empezó a leer. Y su aprendizaje, desde entonces, ha sido a autónomo.
“Aprendan mucho y lean mucho”
Un don entrenado
“Me gusta investigar tanto. A los seis años y medio unos psicólogos comprobaron que soy de alta capacidad”. Jared es un niño que tiene claro cuáles son sus capacidades. Y además, está orgulloso de ellas.
“Tengo habilidad con las matemáticas. Me gusta jugar ajedrez. Me gusta mucho la música y crear mapas”, señala.
Además, según cuenta su madre, desde muy pequeño empezó a interesarse por el sistema solar, las placas tectónicas y los agujeros negros.
Pero hay más. Los idiomas son otro de su fuerte. “Me gusta aprender idiomas como francés, inglés, alemán, mandarín. También me gusta investigar mucho”. Ahí está el secreto de sus infinitos talentos. Jared tiene claro que su fortaleza es su una gran y rápida capacidad de aprendizaje, pero tiene su método: “mi secreto es investigar y estudiar cada día”.
¿Cómo lo logra? El año pasado su madre decidió hacer una valoración con los especialistas para tener una valoración y superó las expectativas. “Teníamos el diagnóstico de alta capacidad, pero lo pasó y lo llevó a sobredotación, su CI, que es el cociente intelectual, está entre 99.2, lo que lo ubica en 146, aproximadamente”, explica su madre.
Para que entendamos un poco más, el coeficiente intelectual medio es de 100 para las edades de 20 a 24 años y de 99 para las edades de 25 a 44 años, según Business Insider.
“La edad no es limitante para seguir aprendiendo más cosas. No importa la edad, lo importante es aprender”
Los deseos de Jared
“Yo quiero que todos sepan que los niños de alta capacidad existimos y que nos pueden ayudar mucho. Cuando sea grande quiero reforzar que las personas conozcan de las altas capacidades”, dice. Además de querer convertirse en médico e ingeniero civil, Jared espera encontrar un lugar en el que pueda desarrollar al máximo sus capacidades.
“Quiero buscar un colegio para mí, que yo pueda estar más y que me explote mi mente”, comenta.
“Sin fe no somos nada”
