Para Jhon Jairo Domínguez, un lebrijense de 42 años, el pasado es pasado y sólo lo trae a colación a su presente para reflexionar y dar gracias por estar vivo y siendo una persona nueva.Este hombre, a sus 16 años cumplidos, tuvo un traspié con las drogas, fue conssumidor por cerca de 22 años, y un poco más de una década deambuló por las calles de la ‘capital piñera’.
El hombre narró que “viví debajo de un puente cercano al cementerio de Lebrija. Aunque no robaba, me la rebuscaba cuidando carros, pidiéndole a la gente, pero todo eso era para mantener la droga”.Sin embargo, confiesa que Dios puso ángeles en su camino para ayudarlo a retomar el rumbo.
Su segunda oportunidad
En 2021, mientras estaba debajo del puente, Jhon Jairo fue abordado por Kleyman Beltrán (Q.E.P.D.) quien le dijo que junto con la Alcaldía había un convenio para ayudar a personas en situación de calle en la Fundación El Redentor.
El detonante para aceptar ocurrió una noche, debajo de ese puente. “Me estaba drogando, se me acabó el vicio, me recosté en la colchoneta que tenía y me puse a pensar. Se me bajaron las lágrimas, y me di cuenta que si ya había perdido a mi familia, si estuve al borde de la muerte y si Dios aún seguía teniendo misericordia de mí, pues me iba a dar la oportunidad, y arranqué para la Fundación”.
Ya en este lugar, con ayuda de Leidy Gélvis, directora del Centro Terapéutico El Redentor, Jhon hizo su proceso de reeducación de consumo de sustancias, luego empezó a forjar su proyecto de vida. Por su desempeño se le dio la oportunidad de integrar un programa de salidas de desprendimiento, donde tenía un día de permiso para ir hasta el pueblo y volver por su voluntad.
Gélvis Trujillo destacó que “nos dimos cuenta que él sólo estudio hasta tercero de primaria. Le buscamos un colegio semestralizado, lo pusimos a estudiar, terminó su primaria y continuó su bachillerato”.
En su momento, el alcalde de Lebrija, Luis Carlos Ayala, en visita a la Fundación dijo que “se le va a dar una oportunidad de empleo porque marcó la diferencia con esfuerzo, berraquera y disciplina”.
En julio de 2022 sus esfuerzos dieron más fruto, puesto que se graduó con honores y obtuvo su título de bachiller.
Asimismo, durante este año, el mandatario de Lebrija lo integró al equipo de trabajo de la Alcaldía, como apoyo al control del espacio público y la verificación de la legalidad de los establecimientos públicos que allí operan.
“Estoy muy contento porque me cumplieron con lo que un día me prometieron. Mi trabajo me ha ayudado a progresar, y a darme cuenta que nunca es tarde para empezar. Lo importante es querer hacer las cosas y aferrado a las manos de Dios”, destacó el ahora funcionario.
Por su parte, el Alcalde de Lebrija, indicó que “le brindamos la oportunidad para que adquiriera experiencia en lo público, mejore sus condiciones de vida y se convierta en ejemplo para las demás personas de que sí hay una oportunidad para superarse”.
Sin embargo, los sueños de esta persona no se quedan allí y él mismo aseguró que “ahora quiero estudiar enfermería. El cuidado de los adultos mayores lo hago con amor, porque me nace, y porque sé que algún día, si llego a esa edad, quisiera que tuvieran el mismo cuidado conmigo”.
Este hombre fue beneficiario de un programa de la Alcaldía que, junto con la fundación El Redentor desde 2020, rescatan de las calles del municipio a personas sumidas en la droga o la indigencia. Actualmente la Fundación El Redentor tiene a 15 usuarios, 13 hombres y dos mujeres.