El proyecto tributario fue solo la ‘punta del iceberg’ para que los manifestantes continuaran sus marchas en todo el país.
El descontento hacia el Gobierno colombiano, se vio reflejado ayer en el octavo día de paro, donde centrales obreras, sindicatos, docentes, adultos mayores y transportadores del servicio especial volvieron a madrugarle a una nueva jornada, que ayer nuevamente, se tomó las principales vías de Bucaramanga y el área.
Aunque no fue tan concurrida, la mañana avanzó con cerca de 1.000 personas que se concentraron y partieron desde el Puente de Provenza y la Puerta del Sol.
Los manifestantes recorrieron la autopista y la carrera 27 y de forma pacífica, lograron llegar al centro de la ciudad, donde se agolparon en la Plaza Cívica Luis Carlos Galán.
“Rechazamos los hechos vandálicos que promueven alguna personas en medio de las manifestaciones, pedimos a las autoridades para que sean identificadas”.
“Las marchas que hemos convocado los sindicatos han sido pacíficas y esto está pasando hoy (ayer)”, manifestó Wilson Ferrer, presidente de la CUT en Santander.
Para los manifestantes, la lucha continuará hasta que no se firme el retiro de la Reforma Tributaria, se promueva una salud digna para los colombianos y desde ya, se comience con la desmilitarización de las ciudades, la negociación con el Gobierno sobre la ley sanitaria, la renta básica, la defensa de la producción nacional, entre otros aspectos.
“Que no se reprima el poder del pueblo en las calles. La protesta social es un derecho constitucional y se le está dando tratamiento de guerra. Lo único que hacemos es defender los derechos”, manifestó Abelardo Báez, líder sindical.
La tarde fue juvenil
Como lo vienen haciendo durante estos últimos ocho días, los jóvenes se volvieron a aglutinar en varios puntos de la ciudad, para salir a marchas por las vías.
La mayor concentración se vivió en el Parque San Pío, donde miles de manifestantes con carteles y gritos se unieron para pedirle al gobierno mejoras condiciones de vida. Un río humano se reflejó por toda la carrera 27, donde avanzaron las protestas.
El oriente no se calló
En el sector de Morrorrico, los manifestantes bloquearon la vía que conduce a Pamplona.
Según los habitantes, hubo caos sobre el mediodía, cuando un grupo de manifestantes decidieron bloquear con llantas y obligar a los conductores a atravesar sus vehículos.
“Fue por el sector del Limoncito. Colocaron llantas, las quemaron y estaban gritando que ellos también se unían al paro nacional. A muchos vecinos nos tocó refugiarnos y no salir hasta que la Policía llegó”, manifestó Dioselina Pérez, presidenta de la JAC del barrio Miraflores.
Defendieron El norte
Una muestra de solidaridad y deseos de paz, fue la que se vivió la noche del pasado martes el barrio Café Madrid al norte de Bucaramanga.
Ante la presencia de un grupo de personas que pretendían atentar contra el CAI, la comunidad realizó una cadena humana para proteger esta infraestructura y a los policías.
“En medio de una difícil noche llena de caos, los habitantes del barrio café Madrid, al norte de Bucaramanga, armados de coraje y fuerza de voluntad, decidieron con sus propias vidas proteger a los policías que se resguardaban, evitando que fueran objeto de explosiones con bombas tipo molotov”.
Según un líder de la zona, “en el barrio también pretendían quemar carros de los parqueaderos, así que salimos y lo evitamos, estamos de acuerdo con la protesta pero no con el vandalismo. Con los vecinos estamos pendientes de activar el sistema de seguridad cuando se requiera, aquí no aceptamos esos hechos”.
Continúan los patrullajes
Con más de 700 uniformados, el Ejército Nacional dijo que seguirán en las calles manteniendo la tranquilidad de los ciudadanos en el marco del paro nacional.
“El uso de los uniformados del Ejército se hizo necesario por los actos descontrolados de vandalismo en centros comerciales y sitios donde se presentaron saqueos y situaciones de violencia que afectaron a las personas y comerciantes”, manifestó Edgar Alberto Rico, comandante de la Quinta Brigada.
