En la Plaza Principal de Piedecuesta, los vendedores le sacan el ‘quite’ a la inflación, sin sacrificar la calidad, eso sí.
Ante la subida de precios que trae el año nuevo, algunos comerciantes han comprado la mercancía en zonas rurales del municipio, para ahorrarse costos de transporte.
Este es el caso de José Rincón, quien lleva más de 30 años de trabajar en esta plaza. “El plátano estaba llegando muy caro de abastos y de las zonas en las que se surte esta plaza. Entonces yo logré hacer contacto con un señor de Pescadero que ofrecía un mejor precio”, contó el hombre.
Mientras que la libra de plátano puede costar normalmente 3.000 pesos, en el puesto de don José, se puede conseguir desde 1.500 hasta 2.000 pesos. La arroba de plátano le está costando 40.000 pesos. Mientras que, para el resto de vendedores les estaría saliendo por 60.000 pesos.
En ese sentido, en esta plaza se ofrecen precios más amigables al clientes. “Si uno no busca la economía de la persona que le compra y la de uno, difícilmente se pueda vender, con tanta subida de precios”, aclaró Rincón.
Alzas y bajas
Para los vendedores de este centro de comercio, los precios de los alimentos siguen sin estabilizarse.
Luz Marina Corredor, que lleva 13 años trabajando en esta plaza, señaló que no todo está caro. “Hay que decir la verdad. Algunas cosas han subido de precio, pero hay productos que ya están más baratos”, contó la mujer.
La papa amarilla, la negra, el plátano verde y la zanahoria son los productos que siguen al alza.
Han subido entre 500 a 800 pesos. En el caso de la papa amarilla, su precio por libra ya ronda los 2.500, cuando hace dos semanas se conseguía entre 1.800 y 2.000.
Otro de los productos que más ha subido es la zanahoria. La libra está a 2.000, subió 800 pesos en una semana.
“Pese a esos altos precios, nosotros buscamos aconsejar al cliente sobre lo más económico, además traemos productos de alta calidad. La plaza de Piedecuesta trae las verduras más frescas”, agregó Corredor.
Pescado y pollo, los favoritos
El pescado y el pollo se han convertido en las proteínas más económicas y favoritas para los ciudadanos. Los precios de estos productos han logrado mantenerse, sin generarlo un peso más al bolsillo del cliente.
Para Ricardo Jaimes, vendedor de esta proteína, el pollo entero se ha mantenido en 15.000 pesos. Además, el pernil, la presa más comprada por los clientes, se mantenido en 2.500 pesos.
Lo mismo ha sucedido con el pescado. Juan Camilo Cediel, cuyo puesto tiene 40 años de antigüedad, señaló que en esta plaza se vende pescado de primera, a buen precio. “El bocachico está a 12.000 pesos. Y la mojarra está a 6.000 pesos la libra”, dijo.
