El viernes pasado, a través de redes sociales, los usuarios denunciaron un acto de presunto maltrato animal, donde una perrita corre detrás de su dueña, quien se movilizaba a bordo de un taxi.
El hecho, que se registró en el barrio Girardot, causó indignación en la ciudadanía, pues ‘Kira’, al parecer, habría sido abandonada por su amo.
Sin embargo, con el fin de esclarecer esta situación, Q’hubo contacto a Nicolás Álvarez, Inspector de la Policía de Bucaramanga, quien señaló que tras la denuncia ciudadana, la mujer implicada se acercó al CAI del sector, pues «el video solo muestra una parte de lo que sucedió».
«Cuando se hizo viral la situación en redes sociales, la señora, de manera voluntaria, se presentó ante el CAI, e informó que ella es la propietaria de la canino. Se pudo verificar que no se trató de un abandono, y que el animal se encuentra en buenas condiciones», dijo el inspector.
Tal parece que ‘Kira’ salió detrás del carro, y cuando la dueña se percató de lo sucedido, era tarde y peligroso por la velocidad y la vía por donde transitaban.
«Se puede considerar como un tema de negligencia por parte de la propietaria, pues el animal se expuso al peligro, pero no fue abandono ni maltrato», señaló Álvarez.
Según lo comentado por la mujer, el vehículo donde se transportaba se detuvo metros más adelante, subió a ‘Kira’ al taxi y continuaron su camino.
«Sana y salva»
Tras lo anterior, la Policía Metropolitana de Bucaramanga inició la búsqueda de los responsables del animal, con el fin de esclarecer la situación y verificar el estado actual de ‘Kira’,
La mujer fue ubicada en el barrio Zarabanda, en Bucaramanga, después de recolectar la información, incluso por la empresa de taxis quien ubicó al conductor que transportaba a la dueña.
Al llegar al lugar, la Policía realizó el proceso de verificación, inspección y acompañamiento animal, donde se confirmó que el perrito no se encuentra en mal estado de salud, y que, además, cuenta con los cuidados de higiene y alimentación adecuados para convivir con las personas que habita.
La perrita, quien tiene un año y medio, quedó bajo vigilancia y seguimiento por parte de la Inspección protectora de animales de la Alcaldía de Bucaramanga, y el grupo ambiental y ecológica de la Policía Metropolitana, pero sigue viviendo con su dueña.
Cabe resaltar que la mujer fue citada a la inspección para llevar a cabo unas actas de compromiso.