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Marchas en San Gil causaron desmanes

Jóvenes manifestantes fueron dispersados del parque con gases por parte de la Policía Nacional en la noche del jueves.

Pocas veces el parque La Libertad de San Gil ha sido escenario de hechos violentos en medio de una protesta. El último se presentó el pasado jueves en la noche cuando todo se llenó de gases y bombas de estruendo accionadas por la Policía Nacional.

Centro de las manifestaciones cada año, y que tuvo en la del 21 de noviembre de 2019 una de las más significativas por las miles de personas que reunió, en esta ocasión las ceibas del parque central de San Gil revivieron los hechos de las protestas por la privatización de Acuasan en 2007 y el paro cívico de la salud en 1997, días en que al igual que el jueves, todo fue confusión.

Los gases lacrimógenos fueron activados por miembros de la Policía Nacional sobre las 9:00 de la noche contra un grupo de jóvenes que lanzaban arengas contra el Gobierno Nacional e insultos contra los uniformados.

Después salieron las motos, las persecuciones y todo el mundo a correr. Los negocios que permanecían abiertos empezaron a cerrar, las señoras con sus ventas de pinchos y mazorcas en uno de los andenes del parque medio recogieron y salieron corriendo, con los ojos rojos, ardiendo y llenos de lágrimas.

El parque se llenó de humo y también de tristeza. Es que los sangileños no están acostumbrados a este tipo de cosas.

De los manifestantes no hubo piedras, patadas ni ninguna agresión física hacia las autoridades. Por lo menos no en ese momento. Denuncias de la policía dicen lo contrario.

En medio de este alboroto, a algunas cuadras del hecho, una ambulancia fue atacada por lo que se presume serían algunos manifestantes, hecho que es materia de investigación por parte de las autoridades.

Ingrid Ballesteros, sindicalista del gremio de los docentes y que durante 30 años ha participado en un sinnúmero de manifestaciones, contó que es triste ver cómo esta clase de expresiones cívicas terminan de esta manera, más un municipio que se ha caracterizado por movilizarse en paz.

La directiva, miembro del Comité de Paro Municipal, rechazó el actuar de la fuerza pública, especialmente por la falta de tacto con los jóvenes, con quienes, según ella, se usó la fuerza y no el diálogo.

El Colectivo Popular Guane, organizador de la Velatón -como se llamó a la jornada de marcha nocturna- denunció la violación de los derechos humanos por parte de la fuerza pública y aseguró en un comunicado que seguirían en las calles, contra la reforma tributaria y la represión de la que están siendo víctimas por parte de la Policía Nacional y la administración municipal.

Ellos también informaron sobre la infiltración de las marchas, algo en lo que concuerdan el alcalde de San Gil, Hermes Ortiz y miembros de las fuerzas policivas.

Ortiz, justamente, dijo que se está investigando quiénes son las personas ajenas al municipio que están llegando a entorpecer estos procesos.

Cruce de señalamientos

El coronel Óscar Cortés Dueñas, comandante Operativo de la Policía de Santander, ante las denuncias de uso desmedido de la fuerza, dijo que se actuó bajo el protocolo y muestra de ello es que no hubo ninguna persona herida ni judicializada.

Aunque dos jóvenes fueron aprehendidos por las autoridades quedaron libres después, aseguró el alcalde.

Sobre el porqué del uso de gases lacrimógenos y demás acciones, el oficial respondió que se entabló durante todo el tiempo un proceso de diálogo con los jóvenes y no fue posible culminar la jornada de forma pacífica, a pesar de los esfuerzos y acompañamiento realizado.

El altercado entre los manifestantes y la fuerza pública inició cuando al parecer los jóvenes intentaron tomarse el puente Rojas Pinilla en la vía nacional y en respuesta recibieron los gases lacrimógenos.

Cortés aseguró que lanzaron botellas y piedras a los uniformados, mientras que desde el Colectivo Popular se negó cualquier tipo de acción violenta.

Videos y fotografías muestran a los jóvenes en el puente y el momento del lanzamiento de los gases, más no intercambio de ataques.

De ahí salieron para el parque la Libertad, donde todo se descontroló en apenas unos minutos. Ayer, al cierre de esta edición, los jóvenes iniciaban otra manifestación pidiendo el respeto a la protesta y en San Gil se esperaba que se diera en paz y con respeto mutuo.

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