La prestación beneficiará a 10 millones de trabajadores, en una coyuntura de inflación y altas tasas de interés. Los analistas aconsejan racionalizarla.
El próximo 20 de diciembre vence el plazo para el pago de la prima de fin de año a los trabajadores en el país. Este desembolso es uno de los más esperados por los empleados ya que dará un alivio a las finanzas de los hogares en época navideña.
Y más se espera este pago por parte de los jefes de hogar ante una expectativa por las altas tasas de interés y la inflación. Cálculos de la Asociación Colombiana de Administradoras de Fondos de Pensiones y de Cesantías (Asofondos) proyectan que 10 millones de empleados recibirán esta bonificación en consignaciones que llegarían a los $10,3 billones.
El monto que representa esta prestación, que corresponde a un salario de 15 días por semestre laborado, llama la atención si se tiene en cuenta que el crecimiento fue leve en comparación con el dato de 2021 y que llegó a $9,9 billones, pero que es el doble al que se registró en el 2020 y que fue por $5,2 billones.
Para el citado gremio significa que los empleados del país recibirán el doble de lo reportado hace dos años, pero en contraste solo $400.000 millones adicionales con respecto a diciembre de 2021. Aun así, la llegada de estos recursos a las familias colombianas será muy importante para la economía del país porque se va a impulsar el consumo de los hogares.
Camilo Herrera, director de la firma Raddar, explicó recientemente que el gasto de los hogares en Colombia, históricamente, es más elevado en el segundo semestre del año, y más hacia el mes de diciembre, tanto en dinero como en volumen.
“Hay por lo menos tres explicaciones. La primera es que en el primer semestre los colombianos somos muy racionales, en el segundo semestre somos totalmente emocionales para comprar. La segunda, el grueso de los cumpleaños en el país se celebran en el segundo semestre, por lo tanto, compramos más cosas. Y la tercera, vienen las fiestas de final de año y las vacaciones, esos son tres motores de gasto fuertes”, precisó el analista.
Para las fuentes consultadas, gracias a la prima de Navidad, el nivel de gastos en los hogares crece en las tres últimas semanas de diciembre, y el grueso de los recursos se destinan a regalos y viajes.
El valor de la prima
Cabe recordar que la prima, cuyo pago equivale a un salario mensual y que se desembolsa en dos contados, en junio y diciembre, es una prestación a la que tienen derecho todos los trabajadores vinculados a una empresa mediante un contrato laboral diferente al de prestación de servicios.
Así mismo, se debe tener en cuenta que el valor de ese salario que se le paga al empleado y los días trabajados hay que dividirlo por 360 (año laboral).
Es decir, si un empleado devenga un salario mínimo con auxilio de transporte ($1.014.980) y trabajó todos los días del semestre (180), su prima de Navidad será por $507.490 (medio salario).
Y si el empleado labora por días, la prima se calcula multiplicando su salario diario, por las jornadas laboradas (ocho horas) a la semana, por las semanas del mes, por los días del semestre y dividir esa cifra por 360.
Lo anterior significa que si un trabajador recibe el salario mínimo diario, que se encuentra en $33.833 con auxilio de transporte, y trabaja tres días a la semana debería recibir una prima de $219.745.
Además, si la empresa o el empleador no pagan esta prestación legal antes del 20 de diciembre podría enfrentarse a multas de hasta 5.000 salarios mínimos vigentes, teniendo en cuenta la normativa del Ministerio de Trabajo. Además, el empleado se beneficiaría con una indemnización correspondiente a una jornada de trabajo por cada día que se presenta el retraso en el pago de la prima. Si a los 24 meses el empleador no ha hecho el desembolso, tendrá que pagar intereses.
Racionalizar la prima
Para los analistas consultados, con un 2023 que insinúa una contracción económica se debería utilizar los recursos de esta prestación laboral para blindarse y preparase para una época de vacas flacas. Más cuando se está pronosticado que el próximo año habrá menos dinámica económica y eso, obligatoriamente, exige tener unas reservas para no padecer las angustias que trae una desaceleración.
“La prima es un instrumento para tener oxígeno financiero. Cuando se recibe, lo aconsejable es dividir el monto total en seis meses para tener un flujo de caja que ayudará a aumentar los ingresos, así se van a tener unas cuentas más organizadas”, explicó Jaime Jaramillo, cofundador de Finanzas Emocionales.
En el mismo sentido, Jorge Restrepo, docente de Economía de la Universidad Javeriana, indicó que la prima de fin de año debería utilizarse para amortiguar las obligaciones financieras.
“Además de cubrir los créditos de consumo o las deudas de las tarjetas de crédito, por las altas tasas, se deberían atender otras acreencias económicas, debido a que en el 2023 se podría presentar una desaceleración económica a la cual se debe hacer frente con la menor carga de deudas posible”, aconsejó Restrepo.