Inició sus pasos en el vallenato desde muy joven, ‘Rosita’ su madre le regaló a los 16 años su primer acordeón, y reconociendo su talento y disciplina, lo apoyó para que emprendiera el vuelo y estudiara en la Academia del Turco Gil en Valledupar.
Un enamorado de la música vallenata, divertido, confiado, apasionado y sobre todo disciplinado. Empezó en el mundo artístico en Valledupar al lado de Nico Pineda. Acompañó a artistas como José Iván Marín y desde 2013 estaba con Wilfran Castillo, con quien recorrió buena parte de Colombia y el mundo, llevando el vallenato a los más altos niveles.
Quienes lo conocieron los describen como un acordeonero perfeccionista, íntegro y soñador, quién logró además culminar al lado de Wilfran una gira internacional, que hizo posible su sueño de ser grande.
“Si hablamos de él como músico, a Lucho lo recuerdo como un hombre muy creativo, con él grabé mi primer disco. Y en 2020 empezamos a componer, hicimos un buen equipo. Incluso ya nos había grabado una canción con el Mono Zabaleta y hace unos días nos habían confirmado que el Churo Díaz también nos va grabar. La primera canción que escribió Luchito, se la grabó un muy buen amigo nuestro, Jhon Melo, muy romántica, se llama ‘Te haré feliz’ ”, contó Lukas Quintero, productor musical y amigo del acordeonero.
Lucho era comunicador social, graduado de La Universidad Francisco de Paula Santander, de Ocaña. Un estudiante muy inteligente y quién además, animaba una que otra clase con su acordeón. Melodías románticas y festivaleras que lo llevaron a una camino exitoso. Sus amigos lo recuerdan sobre todo por soñador, le admiran siempre su confianza en él mismo, y ese entusiasmo para animar a los demás.
“Las palabras son pocas para describir a Luchito, un amigo que sacaba sonrisas con su alegría, que te contagiaba con sus pases y bailes con el acordeón, cómo olvidar el de la U “El pase de La Patineta” y tantos momentos vividos en los que siempre demostró el gran ser humano que fue. Lucho era un apasionado por la vida, un ser lleno de talento y pasión por lo que hacía. Era el hijo que toda mamá quisiera tener, su amor y entrega a Rosita era incomparable. Siempre recordaremos todos los buenos momentos vividos y siempre estará en nuestros corazones”, dijo Lissa Macchi, amiga cercana del artista.
En las ultimas horas, en redes sociales se han hecho públicos cientos de mensajes de condolencia para su familia, pero lo más recurrente han sido las palabras que exaltan al amigo, al sonriente, al tomador de pelo, pero sobre todo al talentoso Luchito León.
“Lucho era un hombre muy creyente de Dios, un hombre con un carácter muy fuerte, incluso discutía y se molestaba en ocasiones, pero pues eso hacia parte de él y lo hacia único, como dicen por ahí uno quiere a la gente tal y como es… ¿Qué me enseñó lucho? Me enseñó a soñar, a creer más en mi y me enseñó que uno tiene que creerse el cuento y que podemos soñar grande”, dijo abrumado y con tono débil su amigo Lukas Quintero, productor musical.
Según sus compañeros compositores y productores, su característica más importante en la música, era la creatividad. Lograba a través del acordeón plasmar muchas cosas que para otros no es tan fácil. Rápido y con un oído bastante educado para aprenderse cualquier tipo de melodía. “Lucho lograba unos pases en el acordeón increíbles, tenia el celular repleto de pases y eso le dio el punto para componer, yo siempre le dije que era el número uno, porque siempre tuvo una creatividad para proponer, crear y arreglar, muy talentoso”, apuntó Lukas.
Otro de sus amigos cercanos, dijo que hoy se va una persona que creía en los sueños, que todos los días era motivación para los suyos. “Excelente amigo, leal, compañerista, solidario y alegre. Una persona de esas que ayudaba sin esperar nada a cambio, un amante de su profesión y su acordeón, logró rugir en los corazones de todos los que lo conocimos, un hermano”, dijo Camilo Rodríguez, locutor de la Ufm Ocaña.
Sus propias palabras
«Me gustaría que todos leyeran esto…
No importa donde hayas nacido o el instrumento que interpretas, no importa los obstáculos, las ganas siempre van a poder superar cualquier cosa, se que me siguen muchos niños y jóvenes con anhelos y deseos de lograr muchas cosas en la música y este es un mensaje de ánimo, y de corazón les digo, no tengan miedo de entregarle su vida a la música, porque es el arte más lindo del mundo, y si dejan que Dios vaya acomodando todo en su lugar para que las cosas se den, el día menos pensado van a ver cómo todos los sacrificios han valido la pena, un abrazo, Dios los bendiga a todos, soy fiel testigo de que Dios premia todo lo bueno que haces, sobre todo el amor por lo que haces y tu gratitud.», escribió León en unas de sus publicaciones en Instagram.
El lamento del folclor
Algunos artistas también han hecho público su tristeza y el lamento de un acordeón que fue silenciado con anticipación.
(rolando_8a: «Hijo de mi corazón tengo un dolor en mi alma q no te imaginas , solo pido a Dios que te de el descanso eterno y a tu familia le dé fortaleza , esto no puede ser posible Dios hasta donde nos llevará a esta violencia hasta cuando hasta cuando Dios hasta cuando , esto no puede estar pasando hijo @luisleonmusica»)
Le segaron la vida:
La noche del miércoles 7 de septiembre, hacia las 10:00 p. m., en Ocaña, fue asesinado Luis Eduardo León Velázquez.
El lamentable hecho se registró cuando la víctima llegaba a su casa en la urbanización Marina y fue interceptada por dos motorizados.
Se conoció que el parrillero se bajó, sacó una pistola y le disparó en repetidas oportunidades. Tras ver que ‘Lucho’ cayó agonizante, el hombre huyó con su cómplice.
Familiares y amigos del acordeonero lo auxiliaron y lo llevaron rápidamente al Hospital Regional Emiro Quintero Cañizares, pero minutos más tarde falleció.
Varios habitantes de este municipio del Catatumbo, por Twitter, le reclamaron a la Alcaldía de Ocaña y a las autoridades judiciales más acciones para frenar situaciones violentas como esta que enluta al género musical vallenato.
