Al detener su vehículo y prestar más atención al inusual ruido, se percató de que provenía de una caja de cartón tirada en un andén.
Estremecido por saber qué había dentro, se acercó hasta la caja. Quedó atónito cuando vio que era un indefenso bebé, desprotegido y abandonado a su suerte.
De inmediato reportó el hallazgo de la criatura a las autoridades y todo un equipo de agentes de la Policía y el Gaula se trasladaron hasta el lugar.
Tenían fuertes indicios de que se tratara del menor que había sido raptado el pasado 29 de agosto en el centro de Cúcuta, Norte de Santander.
Las labores de inteligencia de los investigadores establecieron que la persona que lo habría secuestrado, una mujer de nacionalidad venezolana, identificada como Liliana Molina Ruíz, abordó un bus intermunicipal desde el municipio Los Patios, Norte de Santander, hasta Bucaramanga.
Un video de cámara de seguridad registró el momento en que la mujer descendió del bus en el parque del Agua. Llevaba consigo al bebé. La vía a Morrorico fue el último rastro que se tuvo de ella.
“El Gaula ya le seguía los pasos a esta persona y junto con la Policía se dan a la tarea de cercar y tratar de encontrar el niño. La pudimos ubicar en los lagos y luego en Morrorico.
“Al sentir la presencia de la Policía, esta mujer abandona al bebé en una caja de cartón en el sector de Colorados”, informó el coronel Óscar Jaramillo, comandante de la Policía Metropolitana de Bucaramanga en rueda de prensa desde el Hospital del Norte, donde había sido ingresado el bebé para ser valorado.
El bebé está sano y salvo
Fue un gran alivio para las autoridades y personal médico del hospital confirmar que el bebito se encontraba fuera de peligro.
“El bebé estaba en buenas condiciones en general, solo presentó una leve deshidratación. No hubo signos de trauma ni violencia física. Vamos a dejarlo en observación hasta que sea valorado nuevamente por el pediatra y se conozcan los resultados de los exámenes”, indicó Clara Díaz, directora técnica de servicios hospitalarios del Hospital del Norte.
Lo que se sabe del rapto del bebé
El pasado lunes 29 de agosto, a las 10:40 de la noche, la Policía Metropolitana de Cúcuta recibió el reporte de la desaparición y posible secuestro del bebé en una residencia ubicada en la calle 4 con Avenida Séptima.
Allí residía la sospechosa Liliana Molina quien-según los testimonios-, se ganó la confianza de la mamá a quien conoció hace al menos veinte días, por su mismo trabajo, dándole regalos para el recién nacido.
Fue así como la noche del lunes, la mamá del bebé le pidió a Molina que lo cuidara mientras ella atendía a uno de sus clientes, cuando estaban alrededor del parque Lineal. En ese momento, aprovechó para tomar el taxi e ir rápidamente por su ropa y así poder huir sin despertar sospechas.
“Ella llegó en un taxi con el bebé, le pidió al señor que la esperara y entró a sacar las maletas, después salió y de ahí no se supo más nada”, explicó un testigo.
El Gaula de la Policía de Cúcuta desplegó las labores de pesquisa y al verificar las cámaras de seguridad de la residencia, verificaron que la mujer ingresó al establecimiento para sacar dos maletas y luego huir con el pequeño.
Para no despertar sospechas le dijo a la administradora del lugar que se iría por unos días a visitar unos familiares suyos en Los Patios.