Este mes inició el trámite de contratación de los que se espera sea la ruta para la proyección de San Gil a 30 años.
La revisión, actualización y el ajuste del Plan Básico de Ordenamiento Territorial, PBOT, de segunda generación del municipio costará $750 millones.
La contratación y ejecución del proyecto están planteadas para 12 meses aproximadamente, por lo que en las cuentas de la Administración Municipal está tener el nuevo documento en mayo de 2023.
Después de ser avalado por la Corporación Autónoma de Santander, CAS, el documento deberá cursar para su aprobación en el Concejo de San Gil y de ahí, si es aprobado, empezará su aplicación, con todos los cambios en uso de suelos y demás que el documento proponga.
¿Qué se busca?
Hermes Ortiz Rodríguez, alcalde de la capital de la provincia Guanentá, contó que el plan es una necesidad porque muchos de los problemas existentes se dan por la falta de movilidad.
El nuevo documento se centraría en proteger los cerros porque justamente estos se están transformando en el foco de proyección urbanística y “eso es desastroso ambientalmente”, aseguró.
Otro tema central sería volcar el desarrollo de cara al río Fonce en donde lo más importante sería la descontaminación y la reducción de la carga contaminante.
El tercer punto estaría en la proyección de vías hacia las zonas de crecimiento para que los constructores sepan hacia dónde va el municipio y puedan ejercer ahí sus obras.
El burgomaestre reconoció que una de las principales fallas en materia de crecimiento urbanístico en el municipio es que el desarrollo se ha dado de forma desordenada, en zonas de riesgo sin hacer las obras de mitigación correspondientes, sin respetar las franjas de proyección ambiental de las fuentes hídricas y lo más importante, con licencias ambientales influenciadas por politiquería.
Las crecientes e inundaciones de las quebrada las ánimas, los proyectos de construcción en donde las personas han terminado literalmente estafadas, edificios sin parqueaderos en barrios diseñados para viviendas unifamiliares, hoteles y demás construcciones en las márgenes del río Fonce, son algunos de los ejemplos que dio el funcionario sobre el tema.
“Si tenemos una ciudad con ordenamiento de territorio, movilidad y seguridad, la gente va a querer venir, va a querer vivir aquí”, dijo Ortiz, asegurando que la pandemia obligó a centrarse en otros temas, pero lo ideal es seguir avanzando en estos ejes.