Fernando Martínez Solano, como buen charaleño, no faltaba a ninguna celebración de las ferias de su pueblo.
El hombre de 35 años siempre participaba de las cabalgatas. Así lo hizo el viernes en la noche.
Fernando asistió al evento y estuvo departiendo en el pueblo durante todo el día, comiendo y bebiendo con sus ‘paisanos’.
Hacia las 7:00 de la noche, emprendió el camino de regreso a su finca montando en el equino.
Fernando iba con unos cuantos tragos encima movilizándose por la vía principal que da acceso al municipio. Al intentar cruzar al otro lado de la carretera no se percató de una turbo que se aproximaba a él. Fue fatal.
El conductor del vehículo de carga pesada no pudo maniobrar a tiempo, se lo ‘llevó’ por delante.
El fuerte golpe le causó la muerte de manera instantánea a Fernando. Quedó exánime en el asfalto junto al caballo. El animal quedó vivo pero muy malherido.
El hombre al mando de la turbo no se inmutó por ver si podía auxiliar al herido. Siguió su camino.
Agentes de Policía de carreteras de Santander realizaron el levantamiento y croquis del siniestro. El cuerpo de Fernando fue trasladado a Medicina Legal de San Gil.
“Aún no sabemos bien cómo pasó, lo que sabemos es que el tipo se presentó de manera voluntaria a la Policía. Vieron la turbo estacionada en la Estación de Policía. Mi hermano trabajaba en el campo, alzando caña o en lo que le saliera.”, contó a Q’hubo Leonardo Martínez, hermano de Fernando.
Fernando dejó un dolor irreparable en sus hermanos, sus padres y su pequeña hija. Era muy estimado en el pueblo por su nobleza y su dedicación a su familia y al campo.