Los múltiples traumas que sufrió el venezolano Johan Manuel Hernández Molleda luego de ser arrollado por un vehículo particular, fueron mortales. Su vida se ‘apagó’ cuatro días después del fatídico accidente de tránsito registrado en la Avenida Quebradaseca con carrera 18, el pasado 25 de junio.
Desde ese día, el hombre de 42 años cayó en un sueño ‘profundo’ y no volvió a despertar pese a los esfuerzos del personal médico de la Clínica La Merced de Bucaramanga.
De acuerdo con la información suministrada, Johan caminaba por la zona y se ‘lanzó’ a la vía quizá sin percatarse que se aproximaba un carro que lo embistió de manera aparatosa. El peatón salió expulsado y cayó sobre el pavimento. Quedó inconsciente y con su vida pendiendo de un hilo.
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En cuestión de segundos fue atendido por los paramédicos quienes lograron estabilizarlo y trasladarlo hasta el centro médico; sin embargo, el martes en la madrugada las fuerzas se le acabaron debido al trauma craneoencefálico que sufrió por el fuerte impacto.
Al parecer, Johan se encontraba en condición de calle y en el momento del accidente no contaba con documentos que lo identificaran. Nadie sabía quién era, pero de manera inexplicable sus familiares en el vecino país recibieron la noticia del deceso y de inmediato se comunicaron con las autoridades colombianas. Ayer se esperaba que arribaran a Bucaramanga para reclamar el cuerpo, trasladarlo hasta Venezuela y poderle brindar cristiana sepultura junto a los suyos.
Según se pudo conocer, el hombre habría llegado a Colombia hace dos años aproximadamente.
Las autoridades continúan la investigación para establecer las causas del fatal siniestro y determinar las responsabilidades.
