El pasado 24 de abril, las operaciones del aeropuerto internacional Palonegro fueron interrumpidas por una babilla que se movilizaba por la pista de aterrizaje. Si bien, este caso fue muy inusual, a diario el Grupo Ambiental y Ecológico de la Policía Metropolitana de Bucaramanga y el Centro de Atención y Valoración de Fauna Silvestre de la Corporación Autónoma Regional para la Defensa de la Meseta de Bucaramanga están rescatando especies de fauna silvestre.
Lo anterior quiere decir que en el área metropolitana de Bucaramanga no solo hay perros y gatos deambulando en la calle, los animales silvestres de a poco han ido apareciendo, como si quieran tratar de recuperar esas zonas que le fueron arrebatadas para construir grandes edificaciones.
El problema de todo esto es que son especies que se ven amenazadas por el mal comportamiento de los ciudadanos. Si bien, algunos las raptan para convertirlas en animales domésticos, otros las atropellan o las agreden hasta causarles la muerte, también están quienes les dan alimentos no aptos.
El intendente Fakir Baltán, jefe del Grupo Ambiental y Ecológico de la Mebuc, aseguró que en el 2020 se procedió con el rescate de 1.068 de especies de fauna silvestre en diferentes sectores, las cuales fueron llevadas al CAV de la Cdmb, donde iniciaron un proceso de recuperación, adaptación y regreso a su hábitat natural. En el 2021 fueron 931 y en lo que va de 2022 van 414 especies.
“Son casos donde la comunidad llama a nuestra línea de atención 123. Dependiendo del caso, las liberaciones se hacen casi que en el mismo sector donde fueron rescatadas para no deteriorar las ubicaciones de especies de fauna silvestre, así como el inventario ambiental”, aseveró.
De acuerdo con Baltán, las labores de rescate, especialmente en la terminal de transporte, para evitar el tráfico ilegal, están apoyadas con una canina que tiene la habilidad de olfatear más de 150 especies de animales silvestres.
“Los animales que más rescatamos son faras o zarigüeyas, boa constrictor, búhos, tortugas; las que menos rescatamos son iguanas, zorrillos, babillas. Las boa constrictor, generalmente, entran a las viviendas buscando su animal predilecto que son los ratones; esto sucede más que todo en la zona de escarpa”, acotó.
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Los árboles de la especie caracolí que abundan en el territorio metropolitano, cuenta el uniformado, son predilectos para el hábitat de las ardillas, faras y otras especies, debido a su frondosidad y fortaleza del ramaje. Además sus frutos son altamente consumidos por estos.
El jefe del Grupo Ambiental y Ecológico de la Mebuc comento que, de manera inexplicable, también se han rescatado tarántulas dorso morado. “Este caso ha sido de los más extraños porque estamos hablando de una de las especies más venenosas de América y apareció en un barrio de Floridablanca. Normalmente vive en el corazón del bosque natural”.
¿Se deben alimentar?
Por recomendación del Jefe del Grupo Ambiental y Ecológico de la Policía, si el animal se encuentra en el hábitat natural lo recomendable es no darles comida, porque ellos mismos se encargan de conseguir su propio alimento. Si les damos alimento podríamos correr el riesgo de que desarrollen alguna enfermedad zoonótica y se podría transmitir a una manada, porque lo que les estamos dando no es lo adecuado para ellos; también podríamos afectar su ciclo de vida”.
Todos los animales, independiente su tamaño, representan un equilibrio ecosistémico. De hecho, hay especies que son dispersores de semillas, hay quienes controlan las plagas.
En esto coincidió el médico veterinario Juan Sebastián Mejía Gómez, encargado del Centro de Atención y Valoración de la Cdmb, al confirmar que cuando los animales silvestres los empieza a alimentar el hombre, van perdiendo la capacidad de subsistir por sí solos, y de alguna manera van perdiendo su libertad. “Las boas, los zorros, los faras, son controladores de ciertas plagas y nosotros estamos conviviendo con plagas como son los roedores e insectos, entonces ellos terminan siendo controladores biológicos al encontrar dentro de la ciudad fuentes de alimentación”.
Para Mejía, el comportamientos de las personas que habitan en el área metropolitana es bastante agresivo con las especies. “Aquí llegan animales con heridas causas por el ser humano, con cortes, machetazos, golpes, contusiones. A veces la gente se asusta y, de pronto, por miedo los agreden. Si nosotros no los atacamos, ellos no nos atacan”.
Durante 2021, en el CAV, se atendieron cerca de 1.357 animales y entre enero y abril de 2022 cerca de 400.
Alimentación según especie
Zorro perro: Roedores, cangrejos, ranas, reptiles, aves, tortugas, musarañas e insectos, y además consume huevos, carroña y algunos vegetales, semillas y frutos.
Ardillas: Las ardillas de árboles buscan frutos secos, bellotas, bayas y flores. También comen corteza, huevos o pájaros pequeños y la savia de los árboles.
Boa constrictor: Lagartos, zarigüeyas, murciélagos, ratas, ardillas y murciélagos.
Búho: Peces, insectos, ratones, lagartijas y otros animales.
Babilla: Se alimentan de diferentes especies de animales como crustáceos, peces, anfibios, reptiles, aves y mamíferos grandes y pequeños.
Oso perezoso:Miel, huevos, flores, tubérculos, cereales y pequeños animales. Sin embargo, la mayor parte de su alimentación se compone de hormigas.
Zarigüeyas: Son buenas cazadoras. Entre sus alimentos hay pequeños mamíferos, aves, reptiles, anfibios, insectos y lombrices. También completan su dieta con frutos, vegetales o granos.
Muchas de las especies tienen además hábitos carroñeros.