Los agentes de la Sijin de la Policía Metropolitana de Bucaramanga le seguían los pasos al hombre de 42 años y de nacionalidad venezolana.
No podían permitir que se les escapara mientras recopilaban todo el material probatorio para que un juez de la Fiscalía emitiera su orden judicial de captura.
Pasó exactamente una semana desde que Édgar cometió el señalado crimen por el que lo investigaban.
Ocurrió el 26 de abril en el barrio Las Mejoras Públicas.
John Jairo Cabrera Sánchez, un habitante de calle que tenía una condición de discapacidad por un brazo amputado, fue asesinado a cuchillo.
El ‘chamo’ lo mató a traición
John Jairo estaba durmiendo sobre un andén de la calle 36 con carrera 33. El hombre dormía confiado, la gente pasaba, ignoraba su presencia.
Pero Édgar aprovechó su estado de indefensión y se quiso cobrar unas discordias que tendría con John.
Le clavó varios cuchillazos a John hasta dejarlo agonizando, ahogándose en su propia sangre.
Lo dio por muerto pero John alcanzó a ser ingresado con vida a un centro hospitalario.
Resistió durante tres días pero las letales heridas le pasaron ‘cuenta de cobro’ y falleció.
El crimen quedó registrado en cámara de video
Édgar creyó salir invicto de su cometido pero no contaba con que el sangriento ataque quedó registrado en cámaras de videos de la zona.
Fue plenamente identificado. Eso y otras pruebas que reunieron los agentes, fueron suficientes para que dieran rápido con su captura.
El ‘chamo’ caminaba por las calles del barrio García Rovira, fumaba un cigarrillo cuando fue interceptado por un vehículo particular en el que iban los agentes trás él.
“Tiene una orden de captura por el delito de homicidio” y le leyeron sus derechos. La muerte de John Jairo no quedó impune.