-¿Quiere empanada o papa?
-Una arepa de huevo.
-Es la última, veci. Pero le tengo empanada, mejor.
Esta conversación se dio ayer en la tarde entre Lenis Bastidas, vendedora de un local de productos fritos, y un cliente, en la carrera 15 con calle 37, en Bucaramanga.
Cuenta que por los altos costos de los insumos tuvieron que incrementar el precio de la empanada de $1.200 a $1.500 en estos primeros meses de año.
“Muy costoso todo. Una vez se le incrementa al producto, las personas se enojan por eso, pero no se dan cuenta que uno paga servicios, arriendos y mercado, y si uno no le aumenta al producto, entonces no hay ganancias. Hemos tratado de no subirle tanto a la empanada para que los clientes no se alejen”, dice Lenis detrás de la vitrina llena ‘fritos’.
La empanada es de los alimentos más tradicionales de la gastronomía colombiana y santandereana, ya sea con masa de harina o de maíz, rellena de pollo, carne, papa o queso, nadie se puede resistir a disfrutar su sabor. Incluso acompañado de salsas, como la tártaro o el popular ‘ají’.
Este producto tampoco se salvó de la inflación. Los insumos para su preparación han registrado aumentos en lo corrido del año, como lo evidencia el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), que ayer presentó los resultados del Índice de Precios al Consumidor (IPC).
En un recorrido por varios locales donde venden empanadas en la capital de Santander, este medio evidenció aumentos en el precio desde los $100 hasta los $500. Esto se traduce en alzas entre el 16% y el 25%.
IPC a abril
Estos incrementos se vieron reflejados ayer la variación de precios del IPC , la medida que usa el Dane para analizar qué tanto suben o bajan los precios de los productos y servicios de la canasta familiar.
El director del Dane, Juan Daniel Oviedo, reveló que prendas de vestir y calzado (2,99%), alimentos y bebidas no alcohólicas (2,75%, es decir, 2,2 veces mayor que el promedio histórico), bienes y servicios para el hogar (1,49%) y recreación y cultura (1,18%) fueron los grupos con mayor variación mensual de precios en abril.
De esta manera, las contribuciones al IPC se dio de la siguiente manera: alimentos aportaron 51 puntos básicos, de esos, arroz aportó 7 puntos; leche, 6 puntos; y carne de res, 6 puntos básicos, que en total suman 19 puntos.
El director del Dane explicó que estos aportes van relacionados con las mayores variaciones anuales de precios en la división de alimentos y bebidas no alcohólicas, que se dieron de la siguiente manera: yuca (106,03%), plátanos (78,64%), papas (77,47%), leche (32,12%), carne de res (32,05%), huevos (35,17%), cebolla (27,82%), carne de aves (24,82%).
“Son productos usados para las comidas de restaurantes en desayunos y almuerzos, por tanto, esas alzas se traducen en incremento de precios de platos, ‘corrientazo’, comidas rápidas, empanadas, entre otros”.
Agregó que el ‘corrientazo’, las empanadas y las hamburguesas explican los 11 puntos que aporta la división de restaurantes y hoteles en abril. “Lo que vemos en particular es que los ‘corrientazos’ y las empanadas siguen una senda creciente con una variación anual del 14,37%”.
Presiones inflacionarias
La presión de la inflación también la ha sentido Aneth Mariela Morales, propietaria de la Lonchería la 36. “Hemos bajado la rentabilidad, esto ha afectado el cumplimiento de algunos compromisos. Veníamos golpeados por la pandemia y ahora llega la inflación en los alimentos”.
Sentada en una silla amarilla, en un rincón de su negocio, Aneth manifiesta que estas alzas ocasionaron la entrega de locales, por ejemplo, se mudará de la calle 36, donde funcionó la venta de empanadas por 45 años, a la calle 42 con carrera 13, un local propio, con la finalidad de reducir costos. “Porque uno no puede seguir pagando arriendo por $6 millones con incrementos semanales en los insumos”.
Para la empresaria, la rentabilidad del negocio es lo más perjudicado por la inflación. “Estamos trabajando con utilidad mínima. Por ejemplo, en abril tuvimos entre dos y tres incrementos en el precio de la carne, el pollo, la leche y los huevos. Hace un año teníamos una rentabilidad del 40%, incluso golpeada por la pandemia, ahora bajó al 20%”.
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Aneth hace cuentas y menciona que lo que más ha subido es: la carne, la harina de trigo y las grasas vegetales.
“La empresa tiene una política de incrementar los precios dos veces al año, pero para este habrá más. Hicimos el primero para marzo en $100. Ya pensamos en una nueva alza porque el negocio no tolera seguir con estos valores, nos toca la semana entrante aprovechando el Día de la Madre. Una empanada cuesta $3.200 y 3.300, pasarán a $3.400 y $3.500”.
Bucaramanga
En cuanto a Bucaramanga, el Dane puntualizó que la ciudad fue la cuarta con menor variación de precios de la canasta familiar en abril, con una inflación de 1,12%, por debajo del promedio nacional de 1,25%. Sin embargo, Bucaramanga hace parte del grupo de ciudades que están por encima del promedio nacional de inflación anual (9,23%), registrando una variación de 10,05%.
Finalmente, Zarith Barrera, administradora de un restaurante en la carrera 18 con calle 37, donde se venden empanadas, concluye que ha sido difícil sostener el negocio porque todo subió. “Tocó subirles y la gente se queja bastante. Apenas $500, pasó de $3.000 a $3.500 hace dos semanas. Por ejemplo, el medio bulto de arroz para las empanadas subió en $20 mil”.
El director del Dane reveló que los productos que más contribuyeron a la inflación en abril en Bucaramanga fueron: carne de res, electricidad, leche y acueducto; mientras que hubo reducción en la tarifa de gas, moras y papas.
