El regalo más común en fiestas de Navidad son las medias. Esas que, al inicio, no causan la sorpresa más emocionante, pero que, a la larga, se convierten en la cosa más útil, la de mayor uso, y por qué no, la más recordada y querida.
Las medias han unido a familias en torno a la sorpresa de abrir un regalo, como en las disputas más comunes cuando una parece extraviarse. Esta vez, unió a un nieto y a su abuela, en época navideña, para un propósito en especial: vender medias.
Esta historia de emprendimiento tiene dos momentos especiales: el duelo de un fallecimiento, y la superación, a través de un homenaje.
Todo empezó en el 2015, cuando la abuela de Freddy Gómez le propuso vender medias, solo en diciembre. Él debía encargarse de buscar los proveedores del producto y ella de comercializarlas, a través del voz a voz, con sus amigas, vecinas, y conocidas.
“El negocio era próspero con sus limitaciones por la temporada, aunque siempre habían personas que las querían comprar más allá de diciembre”, cuenta Gómez.
El duelo
El emprendimiento que hasta entonces ni nombre tenía, se mantuvo de esta manera hasta diciembre de 2019, cuando la nona de Freddy falleció.
“Fue un momento muy triste porque ella no murió de repente, sino que en 15 días se fue poco a poco, tras el accidente cerebrovascular”, recordó el nieto.
El emprendimiento y también la unión familiar se apagaron. Las ilusiones para continuar con el negocio de las medias estuvieron frenadas algunos meses, hasta que en pandemia la idea resurgió, y esta es la segunda parte de la historia: el homenaje.
‘Las medias de la nona’
“En medio de la pandemia y del desocupe, se me dio por retomar la idea, y ofrecer las medias por Instagram”, afirmó Freddy.
Así despegó el negocio, esta vez con el nombre de ‘las medias de la nona’. El emprendimiento desde sus inicios fue muy próspero, dos veces consecutivas se les acabó el lote de medias que habían solicitado. Era una buena noticia para Freddy y una confirmación de que su idea funcionaría.
El negocio se mantuvo dentro del plano de lo virtual durante el 2020 y 2021, sin embargo, algo cambiaría totalmente el hecho de conformarse solo con un perfil de Instagram.
“Nos invitaron a la feria de Santander Fashion Week, y ahí todo cambió, porque muchas personas más nos conocieron”.
Con esa oportunidad de darle a conocer al mundo su negocio, a Freddy se le metió en la cabeza abrir un punto físico. Y lo hizo.
En la carrera 21, con calle 38, en el centro de Bucaramanga, está ubicado el puesto físico que encarna el legado de su abuela.
De color rosa, con el logo de su empresa, que es una abuelita tejiendo, y muchas medias alrededor, decidió diseñar el sitio que se convertiría en su primer paso de expansión.
Al inicio, eran dos: su nona y él. Luego quedó como el dueño y el trabajador. Ahora, con más posibilidades, se dio el chance de contratar a dos personas, que le ayudan atendiendo el local, porque él sigue encargado de las redes sociales. Ahora hay dos empleados, quien atiende y quien hace las rotaciones”, agregó.
El punto físico se ha convertido en el sitio que más se vende, superando a Instagram. Por lo que quiere abrir dos puntos más en Cañaveral y San Francisco.
Las más vendidas
Freddy cuenta que las medias que más encargan son medias largas, él considera que es porque son más largas y el diseño se puede apreciar mejor. “Las que más les gustan, son las de huevos fritos, las de las patas de gallinas y aguacate.
