Violar el pico y placa, transitar por el carril exclusivo de Metrolínea, intentar evadir un puesto de control, lesionar a un alférez, habrían sido algunas de las infracciones por las que el conductor del automóvil Spark de placas JKR 929, de Cali, quiso huir del puesto de control de Tránsito ubicado en la carrera 15 entre calles 36 y 37 de Bucaramanga.
Aquel conductor arrancó a toda, pero las cosas no ‘terminaron como las esperaba’. Chocó contra un semáforo y durante su corto recorrido arrastró y golpeó a un alférez y un auxiliar de Policía.
La maniobra peligrosa por poco ocasiona una tragedia. Ocurrió a las 10:20 de la mañana.
Lo arrastró
El infractor, de quien además se especulaba iría en estado de embriaguez, se negaba a detenerse. Se habría mostrado agresivo ante la solicitud de los uniformados.
“Se le dio la orden de pare pero no quiso entregar documentos. Me enganchó el brazo, porque subió la ventana y me arrastró por la calle”, manifestó Frank Buitrago, agente de tránsito.
Durante casi 30 metros, el uniformado se mantuvo ‘colgado’ hasta que el carro se estrelló. Como si no fuera suficiente, el sujeto abrió la puerta y trató de fugarse pero fue capturado por la Policía. Su perro, su escudero y único pasajero, lo acompañó durante toda la diligencia judicial.
Los uniformados lesionados fueron valorados y remitidos a centros hospitalarios donde anoche se recuperaban de las laceraciones. Por fortuna, no había peatones en el separador.
“Este problema no es reciente. Los conductores son agresivos. Nos agreden física y verbalmente. Hasta nos han gritado: ‘por eso es que los matan’. Los mismos ciudadanos agreden a los agentes que ponen el pecho todos los días”, manifestó Hermann Eduardo Ramírez Díaz, subdirector técnico de la Dirección de Tránsito de Bucaramanga.
Pero a este ciudadano de 43 años le saldrá caro el disparate. Podría enfrentar cargos por lesiones personales y ataque a servidor público. De inmediato fue capturado y dejado a disposición de la Fiscalía.