Como “un niño en cuerpo de hombre; y en el trabajo, audaz, inteligente, comprometido, con una inigualable vocación de servicio, pero siempre con un gran sentido del humor”, describen sus amigos y conocidos al santandereano Mario Fernando Herrera Aparicio, técnico investigador de la Seccional de Fiscalías de Caldas, asesinado el pasado fin de semana.
Herrera era un santandereano nacido hace 36 años en Contratación, orgulloso de su tierra y de su labor.
“Un experto en investigaciones contra estructuras delincuenciales, con resultados positivos en cada misión que asumió con profesionalismo y responsabilidad. Su trabajo inició en el Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), donde se destacó por su desempeño y don de gente, durante casi ocho años. Lo decía a viva voz, era un agradecido y bendecido por haber hecho parte de dicha entidad”. Manifestó la Fiscalía.
Tras la desaparición del DAS pasó a la Fiscalía General de la Nación en 2012. Inicialmente, se vinculó a un grupo investigativo en Chinchiná (Caldas). Los resultados y el conocimiento demostrado sobre grandes estructuras le valieron para que fuera trasladado a Manizales. Fue un líder en operaciones contra el secuestro y la extorsión.
“Mario era una persona alegre, vivaz. Siempre tenía algo gracioso para aportar a una buena conversación”, dice un fiscal que se alegra de haber compartido momentos laborales y personales a su lado.
Su sentido de compañerismo era incansable, estaba presto a ayudar a los demás. “Se sentía orgulloso de su hijo que es más alto que él, y de su pequeña hija, quien era la luz de sus ojos, la niña del papá”, resaltan los investigadores de Caldas, conmovidos por su pronta partida.
La disciplina, respeto, dedicación, prudencia, lealtad, seriedad y honestidad son virtudes que se repiten al preguntar sobre Mario Fernando, un ser humano ejemplar.
Lejos de su Santander, le dijeron adiós para siempre en la Catedral Basílica de Manizales y su inhumación fue en Jardines de La Esperanza.
El crimen
Mario Fernando Herrera Aparicio, fue secuestrado y posteriormente asesinado por integrantes de un grupo armado ilegal ‘Comando Coordinador de Occidente FARC – EP’, al mando de alias Jhonnier, en el corregimiento El Palo de Caloto (Cauca).
El pasado sábado, tres camionetas del CTI, sin logos, se desplazaban entre los municipios de Santander de Quilichao y Corinto (Cauca). A la altura de la vereda El Palo observaron un retén en el que miembros del grupo armado ilegal repartían volantes por su conmemoración.
El último vehículo en cruzar, una Toyota Prado Sumo color negro, fue detenido en el retén, los funcionarios del CTI llamaron a Mario Fernando Herrera Aparicio, pero su celular estaba apagado, desde entonces le perdieron el rastro.
Hombres armados se lo llevaron con rumbo desconocido junto a una camioneta. El hallazgo del cuerpo se da horas después que el fiscal general, Francisco Barbosa llegara a Popayán y anunciara el traslado de su despacho al Cauca por la alteración del orden público.
“Los compañeros pasaron por el lugar, pero Mario Fernando Herrera no alcanzó porque los disidentes lo retuvieron tras detener la marcha de la camioneta. Cuando los demás investigadores llegaron a Corinto, le marcaron al celular, pero este ya estaba apagado, confirmándose después el secuestro del funcionario por versiones de la misma comunidad de la zona”, indicaron funcionarios del Gaula del Ejército.
Tras esto, la fuerza pública adelantó operativo en las zonas rurales de Corinto y Caloto, generándose combates con los disidentes, los cuales se extendieron durante gran parte de la mañana. Luego, en la tarde, activaron un ‘carrobomba’ contra la alcaldía del primer municipio en mención.
A raíz de estos hechos, hoy se adelantó un consejo de seguridad en esta localidad del norte del Cauca, liderado por el presidente de la República, Iván Duque Márquez. Después arribó el fiscal general de la Nación, Francisco Barbosa, para despachar desde esta zona del departamento.
Registrado esto, y en las horas de la noche, sujetos que se movilizaban en una camioneta se detuvieron a la altura de la vereda La Trampa de ese mismo corredor vial para después arrojar un cadáver que tenía señales de tortura. Luego huyeron.
“La comunidad alertó a las autoridades sobre el hallazgo del cuerpo sin vida y estas, tras recibir las características de la víctima, comprobaron que se trataba de Mario Fernando Herrera Aparicio, el integrante del CTI de la Fiscalía Seccional Manizales secuestrado por la Dagoberto Ramos de las Farc”, agregaron los funcionarios del Gaula militar.