Tras reiteradas denuncias y varias inspecciones de control efectuadas por el Gobierno de Bucaramanga, esta semana se hizo el cierre definitivo de un establecimiento en donde se procesaban cerdos sin el lleno de los requisitos y que ocasionaba impactos negativos contra el medio ambiente.
El matadero de porcinos que clausuraron las autoridades, en apoyo con la Policía, se ubicaba en el barrio La Feria, en donde la comunidad advertía problemáticas como malos olores y afectaciones en afluentes a raíz de prácticas indebidas.
Luis Niño, coordinador de Saneamiento Básico de la Alcaldía de Bucaramanga, informó que “constantemente nos denunciaron problemas por contaminación de mataderos clandestinos en el sector. Logramos la ubicación de uno de estos lugares y lo intervinimos.
“Aplicamos la medida de ‘sellamiento’ en este establecimiento, por incumplimiento de condiciones sanitarias, y por infringir el Decreto 1.500 de 2007 que estableció que todas las carnes que se expendan deben proceder de un matadero debidamente autorizado por el Ministerio de Salud y el Invima”, agregó el funcionario.
En medio de este operativo las autoridades hallaron cerca de nueve cerdos que se alistaban para su comercialización. Evidenciaron sangre y vísceras acumuladas en un cuarto que ni siquiera tenía losas en el suelo ni sistemas de conducción o similares.
Las autoridades sanitarias anunciaron que continuarán con la búsqueda de este tipo de negocios en la zona, y en vecindarios cercanos en donde también hay mataderos.
