De las nueve millones de víctimas del conflicto armado registradas en el país, según cálculos del Gobierno Nacional, una cifra cercana a las 230 mil víctimas se contabilizan en Santander, de acuerdo a la Unidad para la Atención y Reparación Integral de las Víctimas.
No obstante, la cifra de víctimas de la violencia en la región sería más alta, advierten organizaciones que trabajan por la atención de esta población.
En 2016, cuando el gobierno del entonces presidente Juan Manuel Santos firmó el Acuerdo de Paz con las Farc, se estableció que las víctimas del conflicto tendrían 16 curules en la Cámara de Representantes. Estos escaños en el Congreso de la República se otorgarían a partir del número de víctimas registradas y variables como cultivos de coca en las zonas, niveles de pobreza, necesidades básicas insatisfechas, informalidad laboral y población de la región, entre otros factores. Estos indicadores no permitieron que Santander, desde entonces, contara con una curul de paz, sin desconocer los graves efectos que dejó la guerra en este territorio.
El pasado 23 de agosto, luego de que la Corte Constitucional ‘reviviera’ las curules de paz, el Congreso de la República las reglamentó mediante un acto legislativo. A su turno, el presidente Iván Duque firmó el Decreto N° 1207, que da vía libre a estos escaños en la Cámara de Representantes.
Santander, sin Curules de Paz
Las víctimas del conflicto armado en la región han manifestado su desacuerdo por no contar con representatividad en la Cámara de Representantes, pues aseguran, Santander ha sido uno de los departamentos que más ha vivido la guerra propiciada por diferentes actores armados.
Simona Vásquez, miembro de la Mesa Distrital de la Unidad de Víctimas de Barrancabermeja, aseguró que “para Barrancabermeja fue un impacto muy grande el no tener participación política en las curules de paz. Nosotros vivimos el conflicto por muchos años y no nos tuvieron en cuenta”.
La líder social agregó que “es lamentable” que el departamento tenga congresistas que no representan los intereses de todo Santander. “Nuestra única participación política como víctimas es asistir a las mesas departamentales y nacionales. Los congresistas no nos tienen en cuenta. No buscan soluciones para el departamento, menos unas curules de paz”.
“Error de bancada”
Para el representante a la Cámara de Santander, por el Partido Liberal, Víctor Ortiz, la responsabilidad de que Santander no tenga la oportunidad de alcanzar una de las 16 curules de paz, es de la bancada santandereana en el Congreso, la cual durante los diálogos de paz no buscó incluir a la región entre las zonas que han vivido la violencia.
“Santander no quedó entre las zonas de violencia debido a que la bancada santandereana de 2016 no buscó incluir al departamento entre las zonas críticas del conflicto. La clasificación ya estaba y nosotros no pudimos hacer ajustes”, indicó Ortiz.
Circunscripciones
Durante los diálogos de paz entre el Gobierno Nacional y la extinta guerrilla de las Farc se estableció que, para la creación de las curules de paz, se debían establecer al menos 14 circunscripciones en el territorio nacional, dividas por departamentos.
Arauca, Norte de Santander, Caquetá, Chocó, Meta, Bolívar, Nariño, Putumayo, Cesar, Córdoba y Tolima podrán tener representación política en la Cámara de Representantes, con un candidato por cada una de las circunscripciones, mientras que Cauca y Antioquia tendrán de a dos curules.
Cada uno de dichos departamentos podrá elegir un congresista en las elecciones legislativas de 2022 y de 2026.