En tres ocasiones ha terminado ‘aporreado’ por intolerantes que actúan de manera violenta ante lo que él debe hacer en medio de su trabajo.
Precisamente, en octubre del año pasado, se difundió un video que grabaron testigos de la tremenda paliza que recibió en el centro de Bucaramanga cuando realizaba labores contra el transporte informal.
Un motociclista le propinó varios golpes que le causaron un trauma craneoencefálico y tuvo que ser llevado a un centro hospitalario.
La arrastrada del taxi no fue su primera vez
Gilberto contó a Q’hubo que en noviembre un vehículo particular se lo ‘llevó’ por delante en medio de su labores como agente de tránsito.
De sus 58 años Neira lleva 26 trabajando en la Dirección de Tránsito de Bucaramanga. Un oficio que la ha costado sufrir todo tipo de agresiones pero han subido de ‘nivel’ y han puesto en riesgo su vida. Por fortuna, ha salido bien librado.
«Me agarré como pude»
El martes en la tarde, el agente Neira se encontraba con otro compañero haciendo labores de despeje entre las calles 61 y 60 de Acrópolis.
Al ver a un taxista parqueado en la zona que es exclusiva para el paradero de buses, Gilberto le solicitó al conductor que se retirara de ahí. Luego se ocupó haciendo unos videos de los cepos que habían instalado y cuando volvió al lugar, el ‘amarillo’ seguía en la zona que no debía.
“Le reiteré el llamado pero el hombre empezó a alegar, yo ni le escuché lo que decía. Le pedí los documentos y ahí fue cuando arrancó y me echó el carro por encima.
Para salvar mi vida lo que hice fue montarme en el capó y me agarré como pude. Fueron casi 300 metros los que anduvo conmigo encima hasta que el semáforo mi compañero llegó en la moto y lo alcanzaron a frenar. Yo me corrí pero luego volvió a acelerar y se pasó el semáforo en rojo para huir”,
contó Gilberto.
Producto de la salvaje embestida del ‘amarillo’, Gilberto tuvo que ser llevado a un centro asistencial por un fuerte dolor en su abdomen pero pronto fue dado de alta. Su caso ya está en conocimiento de la Fiscalía, agregó.
