Casi un mes después de que Miriam Buitrago de Ojeda, de 58 años, fuera asesinada a machete en Lebrija, el presunto asesino fue enviado a prisión.
El crimen ocurrió el pasado 12 de enero cuando Miriam recibió varios machetazos, al parecer, de manos de Javier Trigos Bohórquez, mientras que su hijo Jackson tres machetazos en la cabeza y otro en una muñeca que por poco le amputa la mano.
Días después del homicidio, el 24 de enero, según le manifestó Jackson a esta redacción, Trigos, acompañado de un abogado, se presentó de manera voluntaria a las autoridades.
Un video grabado por la víctima mortal y en la cual se observa el momento de la primera agresión, fue pieza clave.
“Una de las pruebas claves fue el video donde se puede observar claramente el momento en el que se da la primera agresión, que fue cuando recibí el machetazo en mi mano izquierda a la altura de la muñeca mientras trataba de impedir el machetazo que ese man le mandó a mi mamá hacia la cabeza.
“Esa herida me produjo una amputación casi completa de la mano, quedó colgando”, relató Jackson.
Además, la Fiscalía presentó varios testimonios que permitieron identificar plenamente al agresor, además de la identificación fotográfica.
“También se presentó el informe forense, la epicrisis de mi mamá que falleció, parte de la historia clínica de mi mamá donde se encontraba el estado de salud físico y también unas citas con el psicólogo por causa de los problemas que ya se presentaban con ese señor. Además, el informe de Medicina Legal mío y mi historia clínica”, finalizó Jackson.
Tras la imputación, el presunto homicida no aceptó los cargos, sin embargo, le dictaron medida de aseguramiento.
La audiencia comenzó a las 9:20 de la mañana y se extendió hasta las 5:00 de la tarde del martes.